Las renuncias masivas que apenas se dieron en el PRI de Hidalgo son el comienzo de lo que se avecina para ese partido, que hace menos de un año aún presumía ser el bastión en la entidad que gobernó por 93 años, hasta la llegada del actual gobernador Julio Menchaca, emanado de las filas de Morena.
El primero en mover la aparente tranquilidad política que se vivía en Hidalgo fue el exgobernador Omar Fayad, al hacer pública su renuncia la semana pasada al Partido Revolucionario Institucional, en el que militó por 40 años y en el que obtuvo distintos cargos de elección popular. El exmandatario presumió haber ganado todas las elecciones en las que participó.
La ruptura de Fayad Meneses con la dirigencia nacional del PRI, encabezada por Alito Moreno y la hidalguense Carolina Viggiano, comenzó cuando desde la sede del tricolor en Insurgentes Norte se decidió que la candidatura para la gubernatura del estado fuera justamente para Viggiano Austria (que a la postre perdió) y no para el grupo político que lidera Omar Fayad. El encontronazo tuvo un punto máximo cuando, recientemente ya como exgobernador, no se le permitió convertirse en consejero nacional, por obvias razones.
Desde el momento en que se supo la renuncia del extitular del Ejecutivo estatal al tricolor, en el llamado cubo de Colosio, el edificio priista que ahora luce prácticamente vacío, se llevaban a cabo reuniones entre la cúpula del partido en el estado. Las especulaciones no tardaron en salir sobre más renuncias, hasta que el martes 20 de junio se confirmaron.
Los ocho diputados en el Congreso de Hidalgo que integraban la bancada del PRI, todos afines al exgobernador Fayad, anunciaron su separación del partido y la conformación de un grupo plural independiente, que por cierto no tiene reconocimiento en la Ley Orgánica del Poder Legislativo, aunque su líder, Julio Valera Piedras, se mantendrá al frente de la presidencia de la Junta de Gobierno por un acuerdo con el resto de los partidos. Junto con los legisladores, alrededor de 20 personas del Comité Ejecutivo Estatal del Revolucionario Institucional también renunciaron a su militancia.
Un día después de las renuncias, la dirigencia nacional nombró como presidente interino del PRI en Hidalgo al diputado federal Marco Antonio Mendoza Bustamante, un personaje cercano a Carolina Viggiano, que fue su coordinador de campaña el año pasado cuando buscó la gubernatura. Ahora tendrá que reorganizar al tricolor.
El escenario para 2024
En este contexto y según lo que marcan las encuestas, el PRI enfrenta un escenario catastrófico para 2024, en el que en el estado se elegirá, además del Ejecutivo federal, senadurías, diputaciones federales y locales, y presidencias municipales.
De los 84 municipios, actualmente el tricolor gobierna 32, muchos de ellos en peligro de perderlos en las próximas elecciones y luce aún más complicado que recupere alguno de los ya perdidos.
Según la más reciente encuesta de Massive Calller, la intención al voto para las alcaldías en 2024, en cinco de los principales municipios de Hidalgo marca una tendencia favorable y amplia para Morena. Claro, aún falta un año para los comicios, pero por ahora no se nota mucha fuerza en la oposición, además de que sigue pesando la imagen del presidente López Obrador.
Ante la pregunta de: ¿por cuál partido votaría usted? En Pachuca, actualmente gobernado por el priista Sergio Baños, aparece Morena con el 53 por ciento, seguido del PRI con el 15.3 y el PAN con el 8.7 por ciento. En Mineral de la Reforma, cuyo alcalde es el también priista Israel Félix, la tendencia es similar, aunque menos cargada: el partido guinda aparece con el 40.5, el tricolor con el 16.6 y el blanquiazul con el 13.7 por ciento.
En Huejutla, ayuntamiento que encabeza Daniel Andrade Zurutuza, del extinto PES (con mucha afinidad al tricolor), Morena lidera con 51.3 puntos porcentuales, le sigue PRI con 8.2 y el PAN con el 3.3 por ciento. En Tizayuca, cuya alcaldesa es Susana Ángeles de Morena, la encuesta marca como puntero justo a ese partido (48.2%), en segundo está el PRI (15.1%) y en tercero el PAN (8.2%). Mientras que, en Tulancingo, gobernado por el priista Jorge Márquez, hay una intención del 49.3, 10.7 y 8.6 por ciento para Morena, PRI y PAN, respectivamente. El resto de los partidos aún no figuran en esta encuesta.
Así luce el panorama, de cara al proceso electoral que se avecina, en el que las corcholatas presidenciales ya se adelantaron.
Extra
Surgen los nombres de los aspirantes a senadurías, diputaciones y alcaldías. Son muchos, pero los que realmente tienen posibilidades son pocos, mientras tanto, todos harán su luchita.
#Contraparte | Miguel Ángel Islas, director y columnista de LSR Hidalgo. Twitter: @miguel_aip