Toda lidia de toros se compone de tres etapas. El primer tercio de la faena encuentra al torero ejecutando sus primeros pases con el capote. El segundo tercio corresponde a colocar las banderillas sobre el lomo del astado. El tercer y último tercio es cuando el matador toma la muleta para torear al animal con la mayor estética posible antes de utilizar la espada para terminar la faena.
Pocos toreros dominan estas tres facetas; la mayoría manejan el capote y la muleta pero le rehúyen a las banderillas. Ordenan que alguno de sus subalternos las coloquen.
Rafael Ortega Blancas fue conocido como el “Señor de los Tres Tercios”. Su dominio del ruedo lo hizo figura del toreo mexicano, pero igual le granjeó adversarios, como fue el caso del también matador Eulalio López “Zotoluco”.
Para picarle el orgullo, alguna vez Rafael Ortega lo invitó a poner banderillas y “Zotoluco” perdió los estribos, provocando una pelea que prendió a la Fiesta Brava hace dos décadas.
Originario de Tlaxcala, heredero de familia taurina, Ortega casi nació vestido de luces en 1970. Debutó a los 16 años como novillero y a los veinte tomó la alternativa.
Muchas veces se presentó en la Plaza Vicente Segura de Pachuca. En el coso hidalguense dejó dos tardes para la historia de la Feria San Francisco de 2007.
El día 7 de octubre le cortó una oreja a su primer toro, de la ganadería de Pepe Garfias; en su tercero, uno de regalo con el hierro de Ayala, lo indultó con una faena memorable.
¿Casualidad?
Al siguiente fin de semana, el 14 de octubre, Rafael Ortega repitió la dosis: cortándole la oreja a un astado de Julián Hamdan y, luego, indultó a otro de la misma ganadería. La Vicente Segura fue un manicomio donde se encumbró el Señor de los Tres Tercios.
Dentro del ruedo, el tlaxcalteca era valiente, atrevido y le peleaba el triunfo a cualquiera.
Afuera era distinto. Serio, discreto pero también generoso. Toreros hidalguenses como Pablo Samperio y Luis Gallardo dan fe de amables gestos que tuvo con ellos, algo que es poco habitual en el mundo taurino.
Retirado como torero hace más de cuatro años, Rafael Ortega fue diputado en su estado natal y, después, empresario taurino.
Por esas cosas que tiene el destino, el pasado 22 de noviembre organizó en la Vicente Segura una última corrida con figuras de talla mundial: el español Julián López “El Juli” y Joselito Adame, alternando con Alfredo Ríos “El Conde”.
La tarde resultó aceptable pero fue un mal negocio para él.
El Maestro estaba preocupado el seis de enero que nos saludamos a las puertas de la Vicente Segura. Las cuentas salieron mal para él; pese a todo, estaba dispuesto a seguir presentando festejos en la plaza pachuqueña, intención que no se concretó.
Clase, seriedad y entrega fueron sinónimo para el “Señor de los Tres Tercios”.
REMATE
Este lunes 8 de enero, el matador en retiro Rafael Ortega Blancas falleció en los Estados Unidos. Acompañaba a sus hijos de viaje en la ciudad de Utah cuando un paro cardiorrespiratorio le arrebató la vida. Solo tenía 53 años de edad. Descanse en paz.
#CrónicasDeDeporte | Omar Pérez Díaz, columnista LSR Hidalgo. Twitter: @omarpdiaz