Triste realidad: en México todos los deportes profesionales están a la sombra del futbol. La popularidad del balompié eclipsa eventos de gran calidad y emoción como el Clásico Mundial de Beisbol.
Un dato: el partido de la semifinal entre las Novena Nacional y Japón fue visto por 5.3 millones de telespectadores; en contraste, el tradicional y flojito América frente a Guadalajara tuvo una audiencia superior a los 16 millones de personas.
El llamado Rey de los Deportes goza de una fiel afición en varias regiones del país; principalmente en el Norte y Pacífico, lo mismo que en el sur como Yucatán, Tabasco y Campeche. Los Diablos Rojos se quedaron solos en la capital del país, sin los añorados Tigres.
Históricamente, México ha contado con peloteros de extraordinaria calidad que brillaron en Grandes Ligas. Cada año, un puñado de ellos se luce en los diamantes estadounidenses.
En el año 2006, la Federación Internacional de Beisbol hizo realidad el Clásico Mundial, persiguiendo el sueño de reunir a los mejores jugadores con las franelas de su país.
Aquel año, México dio la campanada con su victoria sobre Estados Unidos; sin embargo, perdió con Japón y Corea del Sur. Estrellas como Jorge Cantú, Erubiel Durazo, Adrián González o Vinicio Castilla lucieron en esa selección.
Esta vez, “Vinny” Castilla era asistente de Benjamín Gil, manager de un equipo tricolor que nos hizo vibrar con triunfos sobre Puerto Rico y Canadá, ahora con figuras como Julio Urías, Alexis Wilson, Alex Verdugo, Alan Trejo, Luis Urías y el fenomenal Randy Arozarena, cubano que rogó por su nacionalización. Este carismático jardinero resultó el MVP del equipo.
Un durísimo partido contra Japón, resuelto en la novena entrada, dejó a los aztecas fuera de la final; sin embargo, quedó el orgullo de millones de aficionados y paisanos que aplaudieron la competitiva actuación tricolor.
Un nuevo recordatorio para todos que en México se juega a la pelota caliente en un altísimo nivel.
Al presidente López Obrador le puede gustar el beisbol pero hay mucha gente que desde su trinchera hace el esfuerzo por dar a este deporte el lugar que merece.
En Hidalgo, por ejemplo, contamos con el Rancho Beisbolero en el municipio de Zempoala, donde el empresario Julio Cortés creó un santuario de siete campos para todas las categorías, sin más impulso que su pasión por el juego.
Desde ese lugar, se armaron conjuntos para pelear títulos nacionales de mujeres, de veteranos y juveniles.
Cansado de no tener apoyo oficial ni privado, recientemente Julio Cortés renunció a seguir dirigiendo la Asociación Hidalguense de Beisbol. Una pena porque en estas tierras hay muchos campos y peloteros que ameritan atención.
A pesar de los pesares, el Rey de los Deportes seguirá en pie, conectando de jonrón por el gusto de sus seguidores.
Remate
La próximo edición del Clásico Mundial será en el año 2026. Será una larga espera antes de ver en acción nuevamente a la Selección Nacional.
#CrónicasDeDeporte | Omar Pérez Díaz, columnista LSR Hidalgo. Twitter: @omarpdiaz