El Club Deportivo Cruz Azul irrumpió en la Segunda División Profesional cuando en la región de Tula empezaba una época de bonanza. Era el año de 1960. La Cooperativa de Trabajadores asentada en la comunidad de Jasso estaba destinada a convertirse en la más importante de América Latina, en gran medida, al esfuerzo de sus trabajadores que supieron explotar los ricos yacimientos de caliza que hay en la zona.
Pocos años después, más empresas llegaron a ese municipio y otros cercanos como Tepeji del Río, Atitalaquia o Atotonilco de Tula, atraídas por otro polo de negocio como la Refinería Miguel Hidalgo, que se inauguró en 1976.
En ese momento, la Máquina Cementera disfrutaba su época dorada (había emigrado a la capital del país en 1971). Un tricampeonato en Primera División llenó de orgullo a su lugar de origen; de hecho, el nombre de Jasso cambió a Ciudad Cooperativa Cruz Azul.
Con la promesa de más desarrollo para el Valle del Mezquital, también por esos tiempos el Río Tula fue elegido para descargar las aguas negras de la Ciudad de México y parte del Estado de México, dando a los agricultores la posibilidad de progreso en municipios áridos como Tezontepec, Progreso, Mixquiahuala, Chilcuautla e Ixmiquilpan, entre otros.
Cruz Azul decidió que sus fuerzas básicas tendrían proyección a la sombra de su Cementera y de ahí salieron futbolistas hidalguenses como Rogelio Chávez, Pedro Reséndiz, Norberto Ángeles o Allam Bello, quienes llegaron a Primera con los colores celestes.
En resumen, su industria y el futbol han sido por mucho tiempo motivo de presunción para los tulenses y ciudades cercanas. Hoy, por desgracia, la región está abandonada a su suerte como lo demostró la inundación que sufrió Tula en septiembre de 2021, provocando la muerte de varios pacientes internados en el Hospital Regional del IMSS.
La contaminación del Río Tula es un foco de infección que también mata lentamente a la gente como denuncian pobladores que viven en torno a la Presa Endhó, sin que las autoridades federales hagan algo; se vio hace una semana cuando el titular de la Cofepris los dejó plantados en una reunión.
Por si fuera poco, la Refinería Miguel Hidalgo envenena el aire con emisiones que hace mucho dejaron de tener el mantenimiento adecuado por parte de Pemex. Sin darle más vuelta, la región de Tula es considerada la más contaminada de todo el planeta.
“Es una tristeza ver nuestra tierra en tal situación, a pesar que Tula, por ejemplo, económicamente representa cerca del 60 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) de Hidalgo”, comentó Noé Paredes, en reciente charla con el Club de Periodistas.
El empresario y activista bien podría vivir en la Florida, donde su familia cuenta con propiedades; sin embargo, como muchos tulenses, se resiste a dejar atrás sus raíces, denunciando a los gobiernos municipales que nada han hecho por aliviar la situación.
El fracaso calderonista de la Refinería Bicentenario, el desmoronamiento de la Cementera Cruz Azul (incluida su estructura social y deportiva), así como la aparición del crimen organizado son otros factores que tienen en jaque a la Ciudad de los Atlantes.
El cambio de gobierno estatal da una (¿última?) oportunidad para remediar la crítica situación de Tula. Seguir ignorando sus problemas comprometerá el futuro de la Ciudad de México y su zona Metropolitana, que ya tienen una gran deuda con esta región de Hidalgo.
Remate
Uno de los mejores futbolistas mexicanos de la actualidad es Raúl Jiménez, quien pertenece al Wolverhampton de la Premier League Inglesa. Debutó en el América pero él creció pateando el balón en Tepeji del Río.
#CrónicasDeDeporte | Omar Pérez Díaz, columnista LSR Hidalgo. Twitter: @omarpdiaz