Singuilucan.— Campesinos, ejidatarios y productores de pulque de Epazoyucan y Singuilucan exigieron la cancelación del un parque fotovoltaico que, de acuerdo con los inconformes, amenaza con provocar un ecocidio y el desplazamiento de actividades agrícolas y campesinas.
En rueda de prensa, afectados, tlachiqueros y especialistas advirtieron que la instalación de paneles solares pondría en riesgo los mantos acuíferos, las magueyeras y la permanencia de especies de flora y fauna en la región. Recordaron que desde 2018 varias empresas han buscado instalar megaproyectos de energía limpia, entre ellas Saturno Solar, Akuwa Solar, Luciérnaga Solar de Dhamma Energy.
Un conflicto que data de 2018
Víctor Otamendi y Brisa Fernández Flores, tlachiqueros y vecinos de la comunidad de Jalapilla, señalaron que la pandemia fue aprovechada por las compañías para reforzar su entrada en la entidad, pese a la oposición social. En 2019, dijeron, ya existían reportes de que el proyecto abarcaría 442 hectáreas, y aunque se realizaron recorridos y peritajes con dependencias estatales como la Secretaría de Agricultura y la Semarnath, las comunidades nunca fueron informadas de manera clara sobre la aprobación de los proyectos.
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Los inconformes aseguraron haber entregado documentos al gobernador Julio Menchaca y a distintas instancias gubernamentales que sustentan las afectaciones ambientales; sin embargo, acusaron que solo tras la marcha “El Color del Maguey”, realizada en la capital hidalguense, obtuvieron una respuesta: el proyecto seguiría adelante.
“El secretario de Desarrollo Económico, Carlos Henkel, dice que somos políticos, pero eso es mentira: somos campesinos y productores de maguey y pulque. También asegura que las tierras son infértiles, cuando en realidad son productivas; ahí sembramos cebada, avena, maíz y maguey”, expresó Otamendi.
Riesgos culturales y ambientales
Durante la conferencia, los asistentes enfatizaron que las comunidades no solo enfrentan la pérdida de tierras, sino también el despojo cultural y ambiental. “Nos están robando nuestro territorio, nuestra cultura, nuestra tradición y nuestro medio ambiente. El maguey es una planta ancestral y sagrada. Si acaban con ella, acaban con todos nosotros”, señalaron.
La bióloga Rosana López, presidenta del Colegio de Investigación y Cultura Hidalguense A.C., advirtió que el parque afectará zonas de recarga de acuíferos, incluyendo el de Tulancingo V, que ya se encuentra en situación crítica. Señaló también que la proximidad del proyecto a la laguna de Tecocomulco, último humedal natural del Valle de México, incrementa los riesgos ambientales.
Respuesta
El secretario de Desarrollo Económico de Hidalgo, Carlos Henkel Escorza, defendió el proyecto y aseguró que cumple con todas las normativas federales y estatales. Explicó que se han iniciado capacitaciones, pláticas y mesas con ciudadanos interesados, y que los presidentes municipales han confirmado disposición de las comunidades para conocer más sobre el proyecto.
“El descontento que se ha mencionado solamente es por algún grupo de activistas que buscan otros intereses. Realmente, las comunidades y la población en general no tienen una voz en contra de este proyecto, que generará un importante desarrollo en aquella región del estado”, sostuvo.
Henkel recalcó que la generación de energía es fundamental para atraer inversiones y mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía, especialmente en zonas industriales. “Las empresas que buscan instalarse evalúan dos factores: la disposición de agua y, principalmente, la energía. Este parque permitirá detonar de manera importante la región”, aseguró.
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