Pachuca.- Pan de muerto, cempasúchil, copal y notas otoñales son algunos de los olores que Alejandra encapsula en las velas de otoño y Día de Muertos, con ello “le damos luz a nuestros seres queridos que ya trascendieron y aromatizamos nuestros hogares”, contó la hidalguense sobre su colección de temporada.
Desde hace dos años, Alejandra Ramírez se aventuró a emprender un negocio de velas aromáticas, artesanales y de ceras vegetales; la pachuqueña lo llamó Lluvia Mágica.
“Manejo una línea que de acuerdo a la intención pues llevan desde cuarzos, frutas secas, plantas, hierbas, dependiendo de la energía que se quiera atraer”, explicó señalando sus velas de flores y para el amor, abundancia y gratitud.
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Asimismo, Alejandra se dedica a crear ceras para temporadas como la navideña, 14 de febrero, Día de las Madres, cumpleaños con aroma a pastel, esto con figuras como pinos, nochebuenas, corazones y los olores característicos de cada época del año.
Velitas de Día de Muertos
Para estos días, Alejandra Ramírez quiso retratar y encapsular la tradición mexicana de Día de Muertos en sus velas, con el color naranja del cempasúchil, las calaveras, el pan de muerto, además de aromas que evocan a “los momentos cuando honramos a nuestros ancestros, cuando compartimos con la familia el mole o cosas así para el altar”, explicó.
Asimismo, moldeó las velas en forma de calavera, crucibola (pan de día de muerto), flor de cempasúchil para colocarlo en junto en un mini altar dentro de una vela.
“Estas son para que se enciendan y demos luz a nuestros seres queridos que ya trascendieron y aromatizamos nuestros hogares al mismo tiempo”, dijo sobre las ceras en vaso y agregó que también tiene figuras que son solo decorativas y aromáticas para colocar en el altar o alrededor de la casa.
Vela para mascotas: huella de luz
La hidalguense también creó una veladora con el nombre huella de luz, la cual está inspirada en “una perrita que trascendió y la dueña quedó muy dolida”, contó, esta huele a vainilla francesa “un aroma dulce por el amor que despiertan en nosotros”.
“Ellos se vuelven parte de nuestra familia no de la humana, pero sí son compañeros de vida y también son un amor que se les tiene muy especial y pues una velita también en honor a ellos”, externó y explicó que también se les “prende” un altar el 26 y 27 de octubre.
Otros aromas de la temporada son el pay de calabaza y aires de otoño, que tiene notas de manzana, canela con vainilla.
Una vela da luz a nuestros corazones
Antes de Lluvia Mágica, Alejandra trabajó para empresas, logística, el gobierno y en organizaciones civiles, y fue hasta hace dos años, cuando ella se encontraba en un “periodo de oscuridad, un bache en la vida” que las velas le brindaron ayuda espiritual.
“... para mí es un fuego, una vela es darnos luz a nuestro corazón, a nuestra esencia más divina, a conectarnos con esa fe que cada uno de nosotros tenemos”, opinó y dijo que por ello decidió “llevar luz” a otras personas con sus ceras.
En cuanto a los retos del emprendimiento, la pachuqueña aseguró que no es fácil, pues no se cuenta con un ingreso estable, “pero también es satisfactorio hacer algo que te guste y que te llene”, agregó.
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