Pachuca.— De cuadra en cuadra, con escobas, recogedores, palas, bolsas de basura y una buena actitud, vecinos organizados de los barrios altos de Pachuca salen una vez a la semana a barrer sus calles para transformar su entorno e incluso cambiar un poco la imagen de que son peligrosas y complicadas las colonias asentadas en los cerros de Pachuca.
“Las Escobas Rebeldes”, como se llama este grupo de vecinos de los barrios La Granda y El Arbolito, quienes, al ritmo de una cumbia, un rock o una canción de pop que reproducen en una bocina portátil, hacen jornadas de limpieza de calles por iniciativa propia.
“Vamos de cuadra en cuadra tratando de quitar la hierba, barrer el polvo y recoger basura. Tenemos el apoyo por parte del departamento de limpias de Pachuca, pues cuando terminamos la jornada de limpieza nos envían una camioneta, la cual recoge todo lo que nosotros vamos levantando, para que no se queden las bolsas con nosotros”.
Así lo expresó Miguel Ángel González Mendiola, vecino de este sector de barrios altos de Pachuca, fundador de “Las Escobas Rebeldes”. La agrupación nació el 20 de julio, luego que el Barrio de El Arbolito, recibió la denominación de “Barrio Mágico”.
¿Qué son las escobas rebeldes?
La idea de ponerse “Las Escobas Rebeldes” fue porque “ocupamos como principal herramienta de limpieza las escobas y estamos en rebeldía en contra de la basura y todo lo que, de cierto modo, nos genera un mal aspecto y una mala sensación”.
Es un movimiento vecinal, integrado por colonos de todas las edades, nace con el afán de tener un mejor lugar para vivir: “aquí habitamos, aquí caminamos, aquí nacimos y crecimos… creo que entre mejor esté nuestro entorno mejor vamos a estar nosotros”, comentó Ángel González.
¿Cuántos vecinos integran Las Escobas Rebeldes?
Inicialmente, Las Escobas Rebeldes eran cinco vecinos, sin embargo, este grupo ha crecido hasta llegar a un aproximado de 15 vecinos que regularmente salen a las calles a barrer una vez por semana. Estas faenas las hacen después de las 18:00 horas, cuando la mayoría de los colonos llega de trabajar o termina sus actividades.
“Desde el 20 de julio empezamos. Una vez a la semana agarramos una cuadra para limpiar y deshierbar, estamos hablando desde la calle de Zarco hasta Doria y de ahí, hasta Abasolo… en total son 15 cuadras, nos tardamos en limpiarlas más o menos dos meses. Ahorita ya vamos por la segunda vuelta”, dijo.
No todos los vecinos se suman
Pese a ser una noble iniciativa, son pocos los vecinos que se suman. Además, hay muchas casas abandonadas y hay vecinos de la tercera edad que lógicamente no tienen la posibilidad de sumarse, otros trabajan o tienen alguna molestia física.
“Aquí lo importante es no de decaer en el ánimo y tratar de continuar dentro de lo posible con todo este movimiento. Nosotros ponemos escobas, palas, recogedores, bolsas y costales, prácticamente todo es iniciativa vecinal, no tenemos ningún tipo de apoyo salvo el del departamento de limpias. Estamos conscientes que el problema de la basura la generamos nosotros, por eso hay que reeducarnos”, dijo.
Tener limpia la calle, transforma el entorno
El hecho de detener un espacio limpio, dijo Ángel González, transforma sin duda el entorno, pues “este es el mejor aliciente, nos lo han hecho saber autoridades y vecinos de otros puntos de este cuadrante, que las calles se ven más limpia que en otros lugares. Esto es con base a todo este esfuerzo”.
Comerciante toda la vida, Miguel Ángel contó a La Silla Rota Hidalgo cómo fue que nació esta idea: al manifestar a las autoridades los problemas de abasto de agua, drenaje viejo y basura que hay, fue que se conformó una comisión integrada por los vecinos Álvaro, Gerardo, Rafael y Alejandra.
“Empezamos a recoger las inquietudes, además de la del agua, también se externó el problema de la basura. Fue entonces que se modificaron los puntos de depósito de basura domiciliaria”, dijo Ángel González, quien es el presidente de dicha comisión.
Al tener un mayor orden en los depósitos de basura, los vecinos se dieron cuenta que ahora, las calles estaban sucias, con maleza y polvo. Entonces nació la iniciativa de salir a barrer, no esperar a que las autoridades municipales lo hicieran. Formalmente así nacieron Las Escobas Rebeldes. Hoy, esta unión vecinal, también ha traído una mejor comunicación; incluso, ya se organizan para hacer festejos colectivos por el Día de Muertos.
Los estigmas de los barrios altos
Estos barrios altos de Pachuca han sido estigmatizados como “violentos o peligrosos”. Al reconocer que existe un problema de seguridad, Miguel Ángel dijo que con pequeñas acciones se puede ir cambiando esta percepción.
“Eso lo traemos ya de años. Espero que con todas estas acciones se vaya modificando. Lo del Barrio Mágico espero que nos ayude a ir minimizando todas esas percepciones. Sí, efectivamente, hay delincuencia. Hemos también gestionado la posibilidad con el gobierno del estado para que nos pudiera dotar de unos postes con cámaras y botones de pánico”.
Ángel González dijo que también se ha buscado la cooperación entre vecinos para comprar equipos de cámaras de videovigilancia para tener una mayor vigilancia. Incluso hay organizaciones sociales y políticos que les han donado reflectores para que los callejones no estén tan oscuros.
“Sabemos que la delincuencia está en todos los sectores; esperemos que con el cambio que estamos haciendo, se mejore nuestro entorno, es ir cambiando un poquito esa imagen del barrio peligroso y complicado”, concluyó.
sjl