PACHUCA.– Durante ocho años Beatriz vendió maquillaje y joyería por catálogo, pero su negocio se acabó cuando llegó la pandemia de covi-19; ella se reinventó, puso un puesto semifijo de antojitos mexicanos que le ayuda a mantener a su hija Kyky, una adolescente que padece una discapacidad no visible.
A Beatriz Valladares Chávez la entrevistamos en abril de 2021, en aquella ocasión nos contó que sus ventas se desplomaron hasta un 80 por ciento y que las ganancias mensuales de 500 pesos ya no le permitían costear el medicamento de su hija.
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Un año después, nos contó que desde febrero emprendió un puesto semifijo donde colabora con otra mujer, las dos trabajan durante el horario escolar de sus hijos.
ANTOJITOS MEXICANOS
Sobre la avenida de las Aves, Villas de Pachuca, está el negocio de Bety. Abajo de una carpa de color rojo con líneas amarillas vende pozole, empanadas fritas, enchiladas potosinas, chalupas, pambazos, guajolotes, tlacoyos y tacos, que son la especialidad de la casa.
A partir de febrero de 2022 instaló su puesto, un mes antes remató los cosméticos que vendía por catálogo.
“No mejoró la venta, definitivamente tuve que tomar la decisión de dedicarme a otra modalidad de comercio como lo es la comida, la situación económica del país no se prestaba para continuar desde casa”.
Así nació “Antojitos Kyky”, el nombre es el de su hija de 14 años, una estudiante de nivel secundaria con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
UN PROYECTO PENSADO POR MADRES DE FAMILIA
El nuevo negocio de Bety al igual que el anterior, le permite cuidar de Kyky. Durante años, el autoempleo ha sido su opción para generar ingresos, pagar los gastos de su hogar, de su pequeña y de un refugio para perros y gatos que tiene en casa.
“Antojitos Kyky es un proyecto pensado para mujeres y es trabajado por mujeres, si entre mujeres no nos ayudamos, no logramos nada”, mencionó Bety.
En punto de las 8:30 horas empieza la venta de antojitos y termina a las 13:30 horas. El horario fue planeado para que Bety labore mientras su hija está en clases.
Lo mismo ocurre con la persona que le ayuda, una madre de familia con infantes en edad escolar.
“Es un horario para estar con nuestros hijos en la tarde, un horario para que cuando esto regrese a la normalidad, laboremos mientras nuestros hijos están en la escuela”.
COMPRAR MEDICAMENTOS
Con la venta de antojitos Beatriz paga los gastos diarios y también las medicinas de ella y las de su hija, a finales de julio le diagnosticaron fibromialgia, una condición que propicia dolores musculares.
Desde 2021 ha sido complicado conseguir los medicamentos de Kyky. La madre narró que a partir de diciembre de 2021 la Secretaría de Salud de Hidalgo le dejó de proveer atomoxetina y topiramato.
Estos medicamentos le ayudan a la adolescente con su trastorno de déficit de atención e hiperactividad, también para evitar convulsiones.
“Sigue sin haber medicamento y nuestras autoridades de salud lo único que hacen es aventarse la bolita entre gobierno estatal y federal, no dan una solución para familiares con pacientes con padecimientos crónicos”.
Adicional a estas medicinas, Bety debe trabajar para costear su tratamiento para la fibromialgia, principalmente analgésicos para los dolores musculares.
Fotografías de Ian Lima
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