PACHUCA.– ¿Te imaginas un espacio en el que puedas crear de manera gratuita tu propio robot o quizá aprender a diseñar un prototipo para después imprimirlo en tercera dimensión? En Hidalgo hay un lugar llamado Casa de Ciencia, donde puedes realizar estas y otras actividades relacionadas con la tecnología y realidad aumentada.
La Casa de Ciencia se ubica en el municipio de Mineral de la Reforma y es la única en el país que opera en una biblioteca pública, explicó Víctor Arroyo López, director general de la fundación Brazos Firmes, creadora de dicha iniciativa.
A partir de 2016, esta asociación hidalguense comenzó a elaborar prótesis impresas en 3D para niñas, niños y adolescentes sin dedos o con malformaciones en las manos, a partir de julio de este año abrió la Casa de Ciencia, un espacio para que infancias y juventudes innoven y realicen proyectos que en un futuro les generen ingresos.
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“La finalidad es que los jóvenes puedan crear una nueva industria, ayudarse y autoemplearse vendiendo productos que elaboren, como fundas para celulares, juguetes ensamblados, tazas personalizadas (…) desde cosas sencillas hasta prototipos de una pieza en específico como prótesis impresas en 3D”.
Robótica, el curso más solicitado
En Casa de Ciencia el curso de robótica es el más solicitado y está pensado para personas de nivel primaria o secundaria. El proyecto les enseña a los niñas, niños y adolescentes a armar diferentes tipos de robots.
Apenas el lunes 7 de noviembre, Carlos Tadeo Hernández, un niño de 9 años de edad con sordera, acudió junto con otros infantes con discapacidad a tomar el curso. Con ayuda del intérprete de señas Eduardo Ramos Hernández, fue posible entrevistar a Tadeo.
“Estoy participando en un taller y me agrada muchísimo. Yo en la escuela leo, hago matemáticas, dibujo, pero hoy me tocó venir a Casa de Ciencia. Lo que yo aprendí es a elaborar un pequeño robot y voy a hacer un androide”.
Tadeo al igual que 15 pequeños más con sordera, recibieron un robot que tiene diferentes piezas mecánicas y durante el curso aprenderán a armarlo, al final obtendrán un dinosaurio, un camión barredor o un androide que funciona con la luz solar.
“Muchas madres de familia se han acercado con nosotros porque sus hijos están en un interés por aprender robótica y muchos de ellos pertenecen a escuelas públicas, entonces difícilmente este tipo de proyectos llegan a estar en escuelas públicas”, explicó el representante de la fundación.
Los cursos
Todas las personas, sin importar la edad, pueden asistir a la Casa de Ciencia porque hay cursos pensados para desarrollar las habilidades no solo de las infancias y juventudes, también de los adultos que no tienen experiencia con la tecnología.
De acuerdo con Arroyo López, del 20 de julio al 1 de noviembre del año en curso, se han capacitado a más de 100 personas en impresión en 3D, así como robótica básica que incluye a infancias con alguna discapacidad como autismo, Síndrome de Down o sordera.
Hay uno más de computación que es el que está focalizado a los adultos, se les enseña el uso de correo electrónico y aplicaciones con enfoque de negocios para que puedan vender productos a través de WhatsApp o Facebook Marketplace.
Las áreas
La Casa de Ciencia se compone de tres áreas: diseño de prototipos, área de impresiones 3D y panel de herramientas.
En el primer espacio hay computadoras para diseñar los proyectos y una vez que quedan listo pasan al área de impresión para materializar las ideas.
La segunda área tiene cinco impresoras, de las cuales, cuatro derriten un material especial elaborado de fécula de maíz que no es toxico y es biodegradable. La última impresora usa radiación ultravioleta (UV) para calentar el plástico.
Hay una zona de herramientas para ensamblar lo que se diseñó e imprimió en tercera dimensión.
La inversión aproximada del proyecto fue de 350 mil pesos que aportó Brazos Firmes con los recursos que ganó en 2020 de una convocatoria estatal que realizó la Subsecretaría de Participación Social y Fomento Artesanal enfocada al fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil.
De acuerdo con Arroyo López también colaboró el Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Hidalgo y el municipio de Mineral de la Reforma aportó con el espacio.
¿Dónde está la casa de ciencia?
Se ubica al interior de la biblioteca Emma Straffón González, en calle Quetzalcóatl, La Colonia, Fraccionamientos del Sur, Mineral de la Reforma.
Abre de lunes a vienes, a partir de las 11:00 y hasta las 19:00 horas, su acceso no tiene costo ni tampoco el uso de las computadoras o las impresoras 3D.
La Casa tiene una capacidad para 20 personas por hora y en el lugar siempre hay una especialista que da acompañamiento para el uso de la maquinaria, mientras que los kits de robótica son donaciones a los infantes.
Las personas interesadas en asistir o gestionar un curso pueden mandar un mensaje en a la página Casa de Ciencia o asistir a las instalaciones. Todos los servicios que brindan son gratuitos.
sjl