PACHUCA. – Hace tres años surgió “Inking” en la ciudad de Pachuca, una iniciativa de artistas visuales que intercambian sus obras por juguetes nuevos que entregan a niños y niñas de escasos recursos.
Este 2022 es la tercera edición con 65 piezas únicas de arte digital y dos esculturas que donaron diseñadores gráficos, ilustradores e incluso tatuadores tanto de Hidalgo como de otros lugares del país como Ciudad de México, Querétaro y Monterrey.
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La propuesta de Alfredo García, Salvador Verano Calderón, Marco Patiño y Luis Antonio Avelleyra, nació por la búsqueda de un espacio para exponer trabajos, pero al darse cuenta que no había lugares enfocados especialmente a diseñadores gráficos, decidieron crear un proyecto y así empezó Inking.
“Como diseñadores siempre pensamos que vamos a cambiar el mundo con un cartel, pero la opción para hacerlo es retribuirle algo a la sociedad y así salió el dar juguetes a los niños y niñas en Día de Reyes”, comentó Luis Antonio Avelleyra en entrevista con LSR Hidalgo.
La primera edición se llevó a cabo en el año 2019, los participantes intervinieron alrededor de 30 coronas realizadas en placas de MFD. La segunda ocurrió en la anualidad 2020 y a partir de esta se implementó el arte digital, esa edición contó con 40 piezas; sin embargo, en este año son 65 piezas digitales con temáticas de caricaturas de la década de los 80 y 90.
Cerda de 44 ilustraciones ya fueron apartadas durante la inauguración, pero todavía hay algunas disponibles y para conseguirlas puedes acudir a la exposición montada en Vae Studio, a un costado del Teatro San Francisco de la Ciudad.
Si alguna es de tu agrado, puedes solicitarla, pero se te entregará hasta que concluya la muestra. A partir del 5 de diciembre ya puedes llevar tu juguete al centro de acopio que será en el restaurante Ragnarök situado en avenida Revolución número 801 de la capital y una vez entregándolo, recibirás tu pieza.
El juguete que lleves debe equivaler a 500 pesos o más. Puedes entregar uno solo de ese precio; sin embargo, los artistas recomiendan llevar más de uno, aunque el costo por juguete sea menor.
“Preferimos que sean más juguetes, en lugar de que nos den uno de 500, pueden dar cinco de 100 pesos, por ejemplo. Así llegamos a más niños. El año pasado le entregamos a 300 niños del barrio de Cubitos”.
Para las siguientes ediciones, Inking busca ser llevado a otras tres ciudades del país y en cinco años, proyecta que se convierta en una iniciativa nacional.
“Queremos que un niño tenga un juguete nuevo, que lo abra (…) a veces se hacen donaciones, pero son de uso, entonces cambia todo el chip cuando es algo nuevo, que te compraron algo nuevo, que alguien se tomó el tiempo para dar algo nuevo. Sabemos que no vamos a cambiar la situación económica del país, pero podemos generarles sonrisas a los morros”.
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