San Agustín Tlaxiaca.- Pacha Verde comenzó como un proyecto familiar en San Agustín Tlaxiaca, específicamente en el pueblo de San Miguel Tornacuxtla, ahora incorporó a más colaboradores e inició una red para el rescate de espacios, de flora y fauna en medio de territorios que se convirtieron en fraccionamientos, así como promoción de productos locales.
En entrevista con LSR Hidalgo, Blanca Ángeles, colaboradora en el área de valor agregado contó que Adriana Gutiérrez, representante legal de la cooperativa, compartió sus ideas con Jesús Hernández Chale, vecino de Pachuca, y lograron Pacha Verde desde el 2017, nombre proveniente de un juego de palabras entre pachamama y verde, el color de la naturaleza.
Esta organización no solamente busca ser una impulsora de la ecología en Hidalgo, también empezó la comercialización de productos a base de tuna y nopal, con valor agregado y alta calidad nutrimental, esto con el objetivo de ser sustentable y al mismo tiempo, brindar un ingreso a las personas que colaboran en el proyecto.
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Rescatar espacios verdes
En la entrevista con LSR Hidalgo, refirieron que la cooperativa busca ser estable para obtener un ingreso económico para todos los colaboradores, pero también buscan el rescate de la flora y fauna nativa, así como el cuidado de los ecosistemas en la región, por lo que emprendieron una campaña de concientización.
“Lo que queremos es el rescate de nuestros espacios que ya son o que ya han sido desde siempre productivos. Hay muchas huertas de traspatio que dejaron en el abandono por efectos que los han llevado a ese aislamiento, como el cambio en el uso del suelo”, explicó Blanca.
Y agregó que el fenómeno de los fraccionamientos y desmonte es agresivo y acelerado para la comunidad de Tornacuxtla al estar en los límites con Pachuca; por lo que buscan contrarrestar el abandono al suelo con el proyecto comunitario.
Ante las problemáticas que genera la urbanización, Pacha Verde se planteó como objetivo la visibilización de la situación, en especial la importancia del matorral xerófilo -ecosistema caracterizado por su adaptación a la baja disponibilidad de agua en las zonas áridas o semidesérticas- de la zona.
“Muchas veces no es valorado si se compara, por ejemplo, con un bosque o con una selva, se cree que pues este tiene una menor diversidad o biculturalidad. Y no es cierto, realmente tiene una amplia y vasta riqueza biocultural. Entonces, por ahí también queremos abonar en este proyecto”, mencionó.
La organización se involucró también en la promoción de huertos y compostaje. “apostamos a una forma de vida distinta, a lo que llamamos una buena vida, una vida digna”, por lo que, aseguró, sus productos cuentan con un alto valor nutricional.
Las jaleas y néctares de los cactus
Pacha Verde generó un catálogo con cuatro productos principales: jalea, néctar, salsa y barra de frutos secos, en todos ellos incluyeron la presencia de los nopales y la variedad de tunas de la región árida hidalguense.
Los cooperativistas encontraron la manera de mantener el mayor porcentaje de fruta en la jalea de tuna verde, roja, naranja, así como en el xoconostle, conocido como el fruto agrio. De las mismas bayas también sacaron los néctares, productos bebibles parecidos a los jugos, pero con mayor cantidad de pulpa.
A partir del xoconostle, el proyecto tlaxiaqueño también incorporó la salsa picante. Y del nopal, empacaron una barra de semillas y frutos secos adicionada con nopal deshidratado.
Los productos fueron puestos para su venta en el restaurante La Blanca en Pachuca, en Dharma Bazar en Tulancingo y en la Ciudad de México en Agua Bonita, Carabina 3030 y Hey Maguey.
Asimismo, la entrevistada afirmó que consumir productos locales es una decisión política, pues con ello se valora la labor en la producción de los alimentos, “pensar de dónde es, a quién le va a beneficiar, cómo lo va a beneficiar, cómo me está afectando”.
“Somos seres políticos y todos los días por medio de nuestros alimentos estamos tomando decisiones. Entonces, el que consumamos productos locales con todo este valor detrás, todo este trabajo detrás, pues ayuda a cambiar el mundo”, opinó Blanca Ángeles.
Las milpas y nopaleras
Pacha Verde tiene espacios de producción, donde cultivan la tuna blanca -variedad Alfajayucan-, el nopal Atlixco y el xochonostle, mientras que las otras dos tunas: roja y anaranjada, las consiguen con los productores locales.
Además de eso, también realizan siembra de milpa tradicional, la cual se basa en frijol, maíz y calabaza.
La plantación de maguey, huizaches, mezquites, árboles de peras, duraznos, higo y granadas, también son parte de las actividades y sistemas productivos de la cooperativa de Tlaxiaca.
“Tratamos de que nuestros sistemas productivos sean diversificados de acuerdo a pues el paisaje”, comentó.
sjl