PACHUCA.- El estado de Hidalgo es uno de las pocas entidades en México que puede presumir la mayor cantidad de pueblos mágicos, pues a lo largo de su geografía presume un total de nueve de esos hermosos destinos turísticos que no decepcionan, pero si no sabes llegar, te dejamos dónde quedan en el mapa.
Conocer la ubicación de esos lugares, que a propósito albergan los mejores atractivos turísticos conocidos incluso en lo internacional, es vital para poder disfrutar de un agradable momento y llegar lo más rápido posible, pues se podría ir hasta el norte, sur, este u oeste con diferentes distancias por recorrer.
Pues hasta el sur queda un municipio que ofrece a quienes se decidan por sus encantos haciendas centenarias donde se producía el más delicioso pulque, aunque en la actualidad se convirtieron en hoteles y salones de fiestas; o bien, quedan conventos que igual guardan un pasado asombroso para conocer.
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Pero lo mejor del estado de Hidalgo queda en su parte centro, pues son cuatro pueblos mágicos los que quedan para pasar un fin de semana, tres de ellos a muy poca distancia y se pueden visitar todos de manera exprés; mientras que a varios kilómetros quedan presas y pueblos fantasmas junto a bosques.
Huasca, centro de Hidalgo
No se puede hablar de los pueblos mágicos que tiene Hidalgo sin Huasca, pues fue el primero en recibir esa denominación, no solo del estado, sino de México, y si se busca en el mapa, se verá que queda ubicado en la parte centro de la entidad, para lo cual se debe llegar por la carretera Pachuca-Real del Monte.
De manera obligada, los paseantes deben acudir hasta los Primas Basálticos que son mundialmente conocidos, además de las haciendas Santa María Regla y San Miguel Regla que fueron de un mismo dueño; otra parada debe ser el Museo del Duende por solo 10 pesos de boleto, así como el bosque encantado.
Real del Monte, centro de Hidalgo
Un pueblo consentido por muchos en Hidalgo, en especial Pachuca, es Real del Monte y lo es por su cercanía, ya que, si bien igual queda en la parte centro del estado, para quienes vayan desde la capital solo requerirán 30 minutos de viaje, además de que queda antes de Huasca y puede hacerse una visita doble.
Pero la cercanía no es lo único que conquista, sino sus empedradas calles y casas de estilo inglés, traídas precisamente por migrantes de ese país; quienes dejaron minas que luego fueron hechas museos interesantes, además de los pastes. Si se camina un poco, se llegará al cementerio con tumbas antiguas.
Mineral del Chico, centro de Hidalgo
Mineral del Chico es el tercer pueblo mágico al centro de Hidalgo y completa la lista de destinos que quedan prácticamente juntos entre sí para tener un fin de semana atareado de una parada a otra y para llegar es prácticamente la misma carretera que los dichos antes, aunque con algunos desvíos.
Lo que el destino presume son bastas hectáreas de bosque que son llamadas parque nacional El Chico y adentro se puede hacer senderismo para llegar a presas como La Estanzuela o el mirador Peña del Cuervo, donde el añadido es practicar escalada. Si se quiere más, queda El Cedral con sus propios encantos.
Metztitlán, centro de Hidalgo
El cuarto pueblo mágico en el centro del estado si se observa un mapa es Metztitlán, aunque ya queda ligeramente reatado si se quiere partir desde uno de los tres ya dichos o desde la ciudad de Pachuca, pues se deben emprender viajes de hasta 90.5 kilómetros, o bien, una hora y media en automóvil.
Aunque la recompensa será una barranca que alberga su propia reserva ecológica y en la que se puede hacer escalada, además de senderismo y hasta montar un campamento, pero lo obligado es fotografía los paisajes del horizonte; igual, se puede ir al Cerro del León o el sendero del Arroyo del Cura.
Zempoala, sur de Hidalgo
En la parte baja de Hidalgo, específicamente en la parte sur, queda Zempoala, que es uno de los primeros pueblos mágicos con la denominación, y para llegar se deben tomar carreteras municipales que igual brindan vistas naturales áridas y repletas de cerros, lo que hace que se tenga un viaje bastante ameno.
Lo que se puede hacer es contemplar construcciones antiguas como la hacienda Casa Grande construida en 1860 y cuenta con salones y jardines para eventos, así como el exconvento de Todos los Santos de 1570; pero la joya es el acueducto del Padre Tembleque que fue una importante obra de franciscanos.
Huichapan, poniente de Hidalgo
En otra parte completamente distinta de la geografía hidalguense, queda Huichapan y específicamente es al poniente, donde hay frondosa naturaleza que invita a tomar apacibles descansos, pero igual cuenta con sus propios atractivos, uno de ellos poco concedidos, pero muy asombrosos.
Como su acueducto que a diferencia del de Zempoala, destaca por tener curvas cuadradas por motivos de diseño; pero su joya es el Chapitel donde se celebró por primera vez el Grito de Independencia y adentro hay un museo; o bien, hay ruinas y o8unhturas rupestres que son obligadas para fotografiar.
Tecozautla, poniente de Hidalgo
Siguiendo al poniente de Hidalgo, el pueblo mágico de Tecozautla es otro de los favoritos primero por su ubicación y facilidad de llegar, pues sus carreteras y caminos se encuentran en las mejores condiciones y el viaje es ameno, además de todo lo que puede ofrecer para quienes decidan aventurase.
Similar al destino dicho antes, igual cuenta con una zona arqueológica, Pañhú, pues ahí vivieron los primeros humanos que dejaron huella; pero luego, con la conquista, se levantron construcciones como el convento de Santiago Apóstol; pero igual hay modernidad con el balneario El Géiser para nadar.
Zimapán, poniente de Hidalgo
En el mismo poniente de la entidad se localiza Zimapán, que si bien es árido, ofrece mucho para un fin de semana y no solo tiene carreteras, sino autopistas que conectan con municipios de estados vecinos, por lo que es muy frecuente que haya paso de auto0mivilistas, pero solo unos lo eligen para pasear.
Si se mantiene uno en las carreteras, se verá su imponente presa en la que se puede dar paseos en lancha o pescar, pero toda esa agua desemboca en una presa hidroeléctrica que se suma al paisaje hermoso; luego, se debe ir al Sabino, que es un ahuehuete centenario, o bien, La Encarnación que es un pueblo fantasma.
Acaxochitlán, oriente de Hidalgo
En noveno pueblo mágico que tiene Hidalgo es Acaxochitlán, que se trata de uno de los más recientes, pues apenas hace un par de años recibió ese nombramiento y para conocerlo se debe ir hasta la parte oriente, donde el agua y la vegetación serán la estrella, además de tradiciones milenarias.
SI se quiere lo mejor, Dos Mundos ofrece paseos en senderismo, escalada y puentes colgantes, además de la posibilidad de poder llegar caminando hasta Puebla; o bien, sus cascadas donde se puede nadar; en su centro histórico, se puede comer rico y conocer sobre sus tradiciones como las parteras.
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