Pachuca.— Ante la propuesta de reducción de la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas, la Confederación Nacional de Cámaras y la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño, Servicios y Turismo (Canacope Servytur) Pachuca manifestó su postura a favor de mejorar las condiciones laborales en el país, sin embargo, hizo un llamado al gobierno federal para establecer mesas de diálogo con el sector empresarial antes de implementar cualquier cambio.
Carlos Gamiño Ríos, presidente de Canacope Servytur Pachuca, señaló que los empresarios afiliados a la Cámara están convencidos y de acuerdo en dignificar las condiciones laborales de los trabajadores, pero consideró que la reforma debe construirse con base en una visión integral que contemple las realidades tanto del sector patronal como del laboral.
“Estamos convencidos de que sí debemos mejorar la calidad de vida de los trabajadores y estamos de acuerdo a una reducción laboral semanal a 40 horas en vez de 48, pero lo que sí necesitamos y estamos pidiendo al gobierno federal son mesas de diálogo para escuchar al sector laboral y patronal, ya que una implementación de estas leyes de la noche a la mañana nos afectaría bastante en todos los comercios del estado”.
El llamado, dijo, es a la prudencia y análisis, ya que, si bien la intención de la reforma es positiva, su implementación sin mecanismos de acompañamiento fiscal, financiero y operativo podría traducirse en sobrecarga para los negocios, reducción de personal o incluso cierres.
“Pudiera pensarse que no impactaría, pero la realidad es que el 90 por ciento de los negocios registrados en Canacope son micros y pequeñas empresas, pero además esto alcanza a los informales, porque los empleados no serán ajenos y solicitarán sus 40 horas laborales; un sector que tiene un horario extenso es el comercio y con este régimen laboral no podrían cubrir su demanda de atención al cliente, y contratar a personal adicional impactaría en el bolsillo del empresario”.
Desde la Confederación se ha planteado analizar los beneficios de la capacitación a las micro, pequeñas y medianas empresas para que los procesos de productividad sean eficientes, situación que podría ser un arma de doble filo, aseguró Gamiño Ríos, ya que se podría optimizar procesos de producción ahorrando personal.
“Sería interesante que el gobierno implementara esto de forma paulatina, también lo hiciera dependiendo el tamaño de la empresa, hay algunas muy grandes a nivel nacional que tienen estándares de operación y sería viable. En el estado no nos preocupa, pero sí nos ocupa, estamos convencido que los comerciantes somos adaptables a las formas de trabajo, pero debemos ser cautelosos con este tipo de implementaciones”.
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