PACHUCA.- Pachuca no fue la primera opción para ser la cuidad capital del estado de Hidalgo, que en este 2024 hará 156 años de creación, pues pudo haber sido Tulancingo localizado al sureste del territorio e incluso un tercer municipio fue candidato para recibir ese nombramiento, ante lo que te dejamos la historia.
Fue en el año de 1869 cuando el presidente de México Benito Juárez decretó la creación del estado y para ello antes se debía elegir una ciudad para que fuera su capital, ante lo cual se propusieron tres demarcaciones que tenían sus propias características y atractivos para ese nombramiento.
Sin embargo, son distintas variantes de la historia las que describen los motivos que hubo para descartar dos candidaturas y solo quedarse con una de ellas, lo que dejó que una zona fuera designada como la principal, lo que le trajo mucho crecimiento y hasta la centralización de dependencias y escuelas.
Te podría interesar
En ese sentido, de manera específica no hay documentos oficiales que indiquen que hubo una votación o consulta pública para elegir la capital del estado que estaba por decretarse en 1869, o bien, registros o elección formal del lugar, por lo que se dice que la decisión fue arbitraria, es decir, “dedazo” y hasta factores políticos.
Tulancingo pudo ser la capital, pero perdió por estas razones
De acuerdo con un historiador, Tulancingo tenía prácticamente todo el potencial para ser la capital de Hidalgo, pues tenía más habitantes que la vieja Pachuca, además de que era sede de la Iglesia católica en la región, contaba con bastante infraestructura como caminos y su tradición comercial era fuerte.
Sin embargo, aunque se trata de versiones que se estudian por expertos, se maneja que la pérdida del nombramiento se debió en parte a que durante el segundo Imperio mexicano presidido por Maximiliano de Habsburgo y apoyado por el ejército francés que intervino el país se mostró simpatía.
Es decir, desde el municipio localizado al sureste del estado de Hidalgo hubo una declaración en la que se aprobaba el imperio con apoyo y hasta el obispo se convirtió en el secretario de gobierno del mandatario proveniente de Austria; incluso se fue más allá en la simpatía que se denotaba hacia el personaje histórico.
Ya que si bien Tulancingo estaba a más de 380 kilómetros de distancia del puerto de Veracruz donde el 28 de mayo de 1864 Maximiliano y Carlota llegaron a establecer el segundo Imperio mexicano que duró hasta 1867, se celebró ese arribo con una fiesta que quedó enmarcada para próximas decisiones.
Este fue el tercer municipio que pudo ser la ciudad principal del estado
Además de Tulancingo, hubo un tercer municipio que pudo ser la ciudad principal del estado y albergar la sede de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, aunque su consideración no tuvo muchas bases y quedó descartada prácticamente de inmediato, dejando de lado a la demarcación en futuras referencias.
Se trata de Actopan que queda al centro del territorio hidalguense y es casi la puerta al Valle del Mezquital que destaca por su zona árida, pero no pudo si quiera competir porque carecía de la infraestructura necesaria para albergar una capital, pues además de caminos, electricidad y más, tenía muy poco desarrollo.
Pachuca fue la ganadora, pero no está claro el motivo
Una vez descartado Actopan como opción, la pelea quedó entre Tulancingo y Pachuca, que si bien tenía menos habitantes y carecía de la catedral que acompañaba a toda capital estatal como era la norma en la época, poseía sus atractivos como su economía mineral y alineación con el gobierno liberal de Benito Juárez.
Pues quien fuera el presidente número 26 de México desde 1858 recordó lo hecho por la actual llamada ciudad de los satélites, es decir, su apoyo a la intervención francesa con Maximiliano de Habsburgo como representante y emperador, además del apoyo y simpatía mostrada en años pasados.
Incluso, el municipio tenía una fuerte influencia eclesiástica en la región antes de la separación de la Iglesia y el Estado; además de que entre su territorio albergaba la catedral metropolitana y dos seminarios, lo que hizo una sumatoria de factores políticos y religiosos para que quedara descartado.
En contraste, mientras Tulancingo celebraba a Maximiliano de Habsburgo, Pachuca se defendió de la intervención francesa y eso le dio puntos con los liberales juristas, aunque concretamente no hay documentos oficiales que indiquen que hubo una votación o consulta pública para elegir capital, pero la Bella Airosa ganó.
cem
