Pachuca.- Aunque las obras para derribar y construir un nuevo salón de plenos en el Congreso de Hidalgo no iniciarían sino hasta la segunda mitad del año, el presidente de la Junta de Gobierno, Andrés Velázquez Vázquez, señaló que ya están viendo sedes alternas para sesionar.
Y una de ellas es el teatro Bartolomé de Medina, ubicado en el centro de Pachuca, donde se trasladarían los y las integrantes de la 66 legislatura para realizar las sesiones, además de que no se descartan otras sedes, ni la posibilidad de que se convierta en un Congreso itinerante.
Así lo manifestó el también coordinador de la bancada de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el Congreso local, quien agregó que ya existe comunicación con otras autoridades para solicitar el recinto.
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“Platicábamos con la secretaria de Cultura (Neyda Naranjo Baltazar), que probablemente nos puede prestar las instalaciones del teatro Bartolomé (de Medina), que hace muchos años era el Congreso, entonces está adaptado precisamente para que podamos utilizarlo”, manifestó.
Agregó que la funcionaria estatal se encuentra en la disposición de facilitarles las instalaciones y reiteró que también tiene la idea de hacer un Congreso itinerante que no sólo quede en Pachuca, sino también visite algunos otros municipios.
“Sí, estamos pensando en hacer un Congreso itinerante, y en otras ocasiones hacer las sesiones ahí en el teatro Bartolomé. […] La agenda estamos por realizarla, estábamos planeando en Huichapan, por el simbolismo que guarda en relación a la historia de nuestro estado”, dijo.
Construcción del pleno no es un capricho
Por otra parte, Andrés Velázquez Vázquez señaló que la construcción de un nuevo salón de plenos, no es un “capricho”, sino que es una necesidad para proteger a las personas que usualmente hacen uso de él, debido al deterioro que presenta.
“Hay una gran cantidad de visitantes, jóvenes, niños, niñas, que vienen al congreso a participar en diferentes eventos y corremos el riesgo, incluyéndonos obviamente a los diputados y la población, el que pudiéramos tener algún problema de derribo, o que pueda caerse alguna parte del techo”.
Agregó que el nuevo salón de plenos será muy austero, pues no pretenden agregarle ningún lujo, y en el caso de las letras de oro, éstas se resguardarán para volver a colocarse cuando ya esté listo el nuevo edificio, lo cual calculó podría llevar un año en su construcción.
“No pretendemos de ninguna manera ningún lujo, seguramente en cuanto se termine el Congreso todo sea con materiales de buena calidad, pero también siempre pensando en que las futuras legislaciones no tengan que adaptar, como se ha venido haciendo”.
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