Pachuca.— El día que su expareja la aventó de la camioneta en movimiento, en presencia de sus hijos, fue en el que Sarahí Katherine Mejía Zamudio decidió que no iba a soportar más violencia o terminaría sin vida algún día en las manos de la persona que alguna vez dijo amarla.
Fue el 15 de julio de 2023 cuando Rubén Bautista Gómez la arrojó del vehículo, provocándole lesiones graves que la llevaron al quirófano; una de ellas requirió un injerto de piel en el tobillo izquierdo, una cicatriz que ahora muestra y que le recuerda el infierno que ha vivido en los últimos años.
Lo más indignante, relata, es que al hombre lo detuvieron un par de horas y lo dejaron ir, pues siempre ha presumido de tener influencias en el gobierno, además, al iniciar la carpeta de investigación fue revictimizada por la Ministerio Público.
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“Me ha tratado de una manera muy déspota, muy grosera, incluso dice que las carpetas ya son archivadas y es mentira. Obviamente es algo que se sigue de oficio, me ha tratado muy mal desde el primer momento en que yo fui”, afirma.
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La siguiente denuncia la interpuso en diciembre del 2023, nuevamente por violencia familiar, pues su expareja amenazó con sacarla como fuera del domicilio donde se estaba quedando, además la amenazó de que si no le entregaba el automóvil que tenía, lo iba a quemar, estuviera quien estuviera adentro. Al levantar la denuncia, pasó exactamente lo mismo que con la primera carpeta de investigación: nada.
Katherine señala que la agresión más reciente que vivió a manos de Rubén Bautista fue el 4 de enero de este año, cuando acudió a su domicilio en completo estado de ebriedad para entregarle a sus hijos, que habían pasado unos días con él.
En aquella ocasión, su expareja iba acompañado por una mujer, también en estado etílico, y con los dos hijos de ésta, y de acuerdo con la información que ha recabado, venían de Mineral del Chico, él manejando a exceso de velocidad y poniendo en riesgo la vida de los niños.
No conforme con ello, cuando arribó al domicilio de Katherine, y ante las observaciones de ella por el estado en el que se encontraba, la agredió y de paso a su mamá, por lo que marcaron al 911, pero cuando llegó la policía no lo encontraron en flagrancia, por lo que les comentaron que sólo era una falta administrativa y lo dejaron en libertad horas después.
“Cuando yo les mencioné las carpetas de investigación, las medidas de restricción, simplemente pues no, no hacen nada al respecto. Tengo miedo por mi vida, porque me ha amenazado infinidad de veces, ha cometido muchas agresiones físicas, económicas, verbales. Hoy yo podría estarle llorando a mis hijos”.
Katherine expuso su caso en la pasada Jornada por la Paz y el Bienestar realizada en Mineral de la Reforma, donde, junto con otras mujeres, contaron las historias de violencia que han vivido: “Como he visto que las autoridades simplemente no hacen nada, es por eso que tuve que gritarlo, y exponerlo, te da miedo, te da vergüenza, a pesar de que no es tu culpa, te da mucha vergüenza, pero si no lo hago de esta manera, nadie me va a voltear a ver”.
La joven fue atendida por el encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Francisco Fernández Hasbun, y su petición es tener la patria potestad completa de los tres hijos que tuvo con Rubén, pues considera que la influencia que este ejerce sobre sus tres pequeños, todos ellos hombres, podría afectar su desarrollo, sobre todo porque han sido testigos de todas las agresiones que ha sufrido su madre.
“No quiero que tengan el ejemplo de esa persona, mis hijos son tres niños y creo que de mí depende el futuro de ellos. Mis hijos necesitan mucha ayuda psicológica porque han presenciado todo y están empezando a normalizar esa parte, por eso yo pido y exijo que él no tenga contacto con ellos”.
Dice ser influyente
Katherine Mejía señala que su expareja siempre ha presumido de ser influyente y conocer mucha gente importante, pues trabajó para el ayuntamiento de Mineral de la Reforma en la administración anterior, así como en la Oficialía Mayor del Estado de Hidalgo, aunque desconoce si todavía labora en este último lugar.
Además, desde hace algunos años tiene la concesión de la cafetería del Edificio Naranja, de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo, y en este sentido, el titular de la SEPH, Natividad Castrejón Valdez, señaló que revisaría esa situación.
Las banderas rojas
La relación de Katherine con su agresor duró nueve años, de los cuales los dos primeros fueron “relativamente bien”, pues ya había banderas rojas que la alertaban de su carácter explosivo y posesivo, sobre todo cuando ella saludaba a alguien detonaba los celos de su expareja.
Después vinieron los golpes. Eran agresiones leves, desde una cachetada hasta un jalón de cabellos, además de violencia psicológica, pues le metió la idea de que era su culpa que le pegara, pero la situación fue escalando, porque después de los empujones llegaron las golpizas.
En 2016, él la agredió y la aventó por las escaleras, lo que generó que fuera ingresada en el hospital. En aquella ocasión no tomó cartas en el asunto “por miedo, por dependencia, por lo que quieras, nunca hice nada porque yo desde que lo conocí, sabía que él tenía muchos conocidos que siempre lo apoyan”.
Otra de las maneras en las que Rubén ejercía violencia en contra de la madre de sus hijos era la económica, pues ella dependía completamente de él, y eso lo aprovechaba para condicionarla y amenazarla, pero cuando decidió separarse también encontró un trabajo para mantener a sus hijos y que él ya no pudiera dominarla de esa manera, sin embargo, las agresiones no terminaron.
El hombre la amenazaba con hacerle daño en su casa y no paraba de llamarla o mandarle mensajes para intimidarla, por lo que tuvo que cambiarse de domicilio en un par de ocasiones, al igual de número telefónico, pero él siempre encontraba la manera de conseguirlo.
Asegura que estas amenazas también se han extendido a miembros de su familia por apoyarla, por lo que no tiene tranquilidad en que en algún momento pueda realmente hacerles algo a sus seres queridos, por lo que exige a las autoridades que hagan su trabajo, aunque ya no tiene confianza en ellas.
“No, porque llevo año y medio en un peregrinar de malos tratos, de impunidad, de que lo dejen libre. Esta última vez yo les dije a la policía de Mineral: ‘Me va a matar, si ustedes lo dejan en libertad, me va a matar. Tiene tres carpetas, tiene medidas de restricción’”.
No conforme con agredir a su madre, Rubén ahora quiere culpar a la familia de Katherine de haberlo golpeado, pues presentó una herida en la ceja, que ella asegura no se le hicieron ellos, y tiene evidencia en video de que cuando la policía se lo lleva detenido, no tenía ni un rasguño en la cara.
Lamentó que las autoridades tengan que ser exhibidas para que al fin voltee hacia su caso, “pero me queda claro que es más por la parte de las apariencias, espero que esta vez sí puedan hacer algo, que sí se resuelva rápido y favorablemente”.
No hay día que está joven madre de tres niños no tema por su vida, por lo que se atrevió a alzar la voz para dar a conocer su caso, e intentar hacerse notar, pues no quiere formar parte de las cifras de feminicidios que hay en Hidalgo y en el país.
“Si el día de mañana yo aparezco muerta, no es casualidad, fue él, yo lo señalo directamente, que si a mí me pasa algo, o a mi familia, fue Rubén Bautista Gómez el que lo hizo”.
Dato
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante los primeros 11 meses de 2024 se registraron 15 feminicidios en Hidalgo, siendo Pachuca y Apan las dos demarcaciones con más víctimas.
sjl