Pachuca.— La construcción del proyecto carretero Real del Monte-entronque Huasca ha provocado la tala aproximada de 25 mil árboles, lo cual ha afectado más de 39 hectáreas de bosque, por lo es urgente que las autoridades estatales y federales tomen medidas para mitigar el daño ambiental en la zona, señaló la diputada local por el Partido Acción Nacional (PAN), Claudia Lilia Luna Islas.
La legisladora presentó en tribuna de la Diputación permanente un acuerdo económico para exhortar al titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) del gobierno federal, Jesús Antonio Esteva Medina; a la de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena Ibarra, y a su homóloga en Hidalgo, Mónica Patricia Mixtega Trejo, para garantizar la protección ambiental en esta región.
Manifestó que, aunque este proyecto mejorará la conectividad y el desarrollo económico de la región, también ha causado “graves impactos ambientales que no sólo han afectado los ecosistemas locales, sino también a las comunidades que dependen de los recursos naturales para su subsistencia”.
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La diputada panista resaltó que uno de los problemas más alarmantes en la zona ha sido la deforestación de las áreas boscosas y la vegetación, que ha afectado más de 39 hectáreas de tierra por la tala de aproximadamente 25 mil árboles, lo cual contribuye a la alteración de los ciclos de agua y la pérdida de hábitat esenciales para especies endémicas.
Acumulan residuos de la obra
Claudia Lilia Luna señaló también que no ha habido un manejo adecuado de los residuos generados durante la construcción a lo largo del proyecto, el cual inició en 2023, por lo que ya existe una acumulación “indiscriminada” de escombros y materiales provenientes de las excavaciones que se han realizado.
Lo anterior, dijo, provoca contaminación a cuerpos de agua cercanos y abona a la alteración del ecosistema y la calidad de agua. Y en este punto, sostuvo que se han extraído grandes cantidades de este líquido sin tener un control adecuado, algo que ha generado una afectación en el suministro para las comunidades cercanas.
Puntualizó que, aunque han existido programas implementados por la SICT, no han sido suficientes para restaurar las áreas afectadas, y tampoco hay un seguimiento adecuado y un cumplimiento de las normas ambientales, lo cual ya ha generado tensiones entre pobladores de Real del Monte, Huasca, Omitlán y localidades circunvecinas.
Por ello, la legisladora local señaló que es crucial la realización de una evaluación exhaustiva del impacto ambiental que se ha generado en la región durante el tiempo que lleva el proyecto, además de exhortar a las autoridades para implementar políticas públicas para garantizar el seguimiento a los programas de reforestación que se han ejecutado hasta el momento.