Huejutla.— Tras señalar que no se trataba de un desplazamiento forzado por motivos de religión, sino de un tema de usos y costumbres, Guillermo Olivares Reyna, secretario de Gobierno de Hidalgo, informó que se firmó una minuta para que regresen a sus hogares 28 familias de las comunidades de Coamila y Rancho Nuevo.
El encargado de la política interna de la entidad explicó que se dio solución al conflicto que no era de tipo religioso “tenía como arista principal un tema relacionado con usos y costumbres”.
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Abundó que es común que en las comunidades la gran mayoría de las personas realizan faenas y cuando alguien no las hace se tiene la alternativa de hacer un pago económico o de otra manera compensar esa falta de trabajo de faena; sin embargo, aclaró, que lo que no se dijo es que dichas faenas eran en la iglesia católica y de ahí que los de la Iglesia Bautista se negaron a realizarlas.
“En este caso el conflicto empezó desde ahí, ya luego se confundieron las cosas porque el grupo que se rehusaba hacer faenas era el grupo identificado con la Iglesia Bautista de las localidades de Rancho Nuevo y Coamila, pero estaban en el ejercicio de usos y costumbres haciendo faenas continuamente, y ese desequilibrio de que unos sí y otros no fue lo que generó el problema”, declaró Guillermo Olivares ante los medios de comunicación al salir de la instalación de la Comisión de Gobernación del Congreso Local.
Insistió en que no se trató de un desplazamiento forzado por motivos de religión, sino de usos y costumbres. “Los medios daban enfoque que por motivos religiosos, pero no fue así, y hoy se firmó una minuta en la que los bautistas hicieron puntual señalamiento que regresarían de inmediato a sus comunidades, y los comuneros se comprometieron a respetar a todo el grupo de la Iglesia Bautista”. De ahí que confió en que regresará la normalidad en ambas comunidades, pues hay un compromiso de respeto mutuo.
Este es el contexto del conflicto
Cabe mencionar que desde el mes de abril 151 personas permanecieron fuera de sus domicilios y fueron albergadas en el auditorio de la comunidad de Colalambre, en el municipio de Huejutla, debido a que se negaron a realizar faenas en la iglesia católica, y en consecuencia se les cobraban multas elevadas que llegó un momento que no pudieron pagar y fueron desplazados.
De acuerdo con la directora de Asuntos Religiosos del Gobierno del Estado, Margarita Cabrera Roman, la salida de las familias de sus comunidades corresponde a los usos y costumbres de las personas que en sus documentos establecen el pago de faenas, a lo cual, los de la agrupación Bautista (evangélicos) se negaban, pero ahora hay acuerdo y disposición de ambas partes para que por un lado paguen la deuda que se ha acumulado y por el otro, reciban el dinero en partes, y a cambio las familias puedan volver a su comunidad.
sjl