Pachuca.— Dicen que hay amores que trascienden el paso del tiempo, y el del general Felipe Ángeles y Clara Krause da cuenta de ello. Tuvieron que pasar 105 años para que volvieran a reencontrarse, en otras circunstancias y con diferente forma, pero esta vez, para pasar la eternidad.
1919 fue el año en el que ambos, sin saber del otro, dejaron este mundo para trascender. Pero el amor que compartieron durante más de dos décadas siguió vivo en la memoria de sus hijos, nietos, bisnietos y toda su descendencia.
Cuando el general Felipe Ángeles estaba próximo a su muerte, sentenciado a ser fusilado en Chihuahua, escribió una carta a su esposa Clara Krause, y, casi al mismo tiempo, pero en Estados Unidos, ella hacía lo mismo para su amado.
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“Mi espíritu se encuentra en sí mismo, y pienso con afecto intensísimo en ti, en Chabela, en Alberto, en Julio y en Felipe, hago votos fervientes porque conserves tu salud y por la felicidad de Chabela. Tengo la más firme esperanza de qué mis hijos serán amantísimos para ti y para su patria. Diles que los últimos instantes de mi vida los dedicaré al recuerdo de ustedes y les enviaré un ardentísimo beso para ti y para todos”, fueron las líneas que el hidalguense dedicó a su esposa.
Pero como una broma del destino, o como una de las más famosas novelas de William Shakespeare, la misiva no llegó a tiempo a su remitente, ni la que escribió Clara, pues ambos murieron con pocos días de diferencia.
El cuerpo de Clara Krause fue enterrado en Nueva York, mientras que el del general fue sepultado en Chihuahua, pero, posteriormente, fue trasladado a Pachuca, donde reposa en el Panteón Municipal. Y es precisamente este sitio donde se dio el reencuentro de Felipe Ángeles y su amada esposa, 105 años después.
María Eugenia Ángeles Sánchez, nieta del general hidalguense, fue una de las grandes impulsoras para que los restos de su abuela fueran repatriados a México después de más de un siglo. Este 26 de agosto vio recompensados sus esfuerzos y pudo ser testigo, junto con otros miembros de su familia, de la continuación de una historia de amor.
Así fue como las cenizas de Clara Krause llegaron a Pachuca
Tras varios trámites diplomáticos entre México y Estados Unidos, la urna que contiene las cenizas de Clara Krause arribó al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, donde se realizó un acto protocolario, y posteriormente se trasladó a Pachuca, donde ya la esperaba su última morada.
El Panteón Municipal de Pachuca se vistió de gala con la presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y los cadetes del Heroico Colegio Militar, que rindieron honores a los restos de la esposa del general, además de autoridades municipales, estatales y federales, que se dieron cita en el acto.
Ahora, los restos de Clara Krause y Felipe Ángeles reposan en el mismo lugar, cumpliendo la promesa del reencuentro que quedó pendiente hace más de un siglo.
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