Pachuca.— Un niño de 7 años fue sustraído por familiares del presunto feminicida de su madre. El 6 de julio, los abuelos paternos acudieron a recoger al infante, como parte de las convivencias que aprobó la jueza del segundo juzgado civil y familiar, pero al llegar el domingo, día en que lo tenían que regresar a María, la abuela materna, pero no lo hicieron.
Ahora, María —de quien se resguarda su identidad— teme por la integridad de su nieto. Asegura que la familia del papá, quien está acusado por el feminicidio de su hija, perjudica la salud mental del infante.
Recordó que el sábado se lo llevaron para la convivencia y lo tenían que regresar el domingo, pero no lo hicieron; en consecuencia, María acudió a la agencia del Ministerio Público en Ciudad Sahagún y ahí le informaron que un día antes, las personas a las que ella señalaba como sustractores, habían presentado una denuncia por presunta violencia familiar, por lo que había una restricción en su contra.
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Ahí se enteró que los abuelos paternos acudieron con un psicólogo y un abogado para que el infante declarara que ella y su tío lo golpeaban, hechos que, afirma, son falsos.
“Yo fui a notificar que me robaron al niño y que no me lo quieren entregar y me encontré con que tengo una orden de restricción y que no quisieron iniciar mi denuncia”, comenta María.
Obligaron al pequeño a convivir con la familia del agresor de su mamá
Expuso que desde hace varios días había pedido a la jueza del segundo juzgado familiar y civil que suspendiera las convivencias, principalmente porque se está desahogando el juicio en contra de Alejandro Darian, acusado del feminicidio de Jimena —nombre ficticio de la víctima—, quien fuera su pareja y con quien procrearon al menor sustraído.
“En el juzgado no me hicieron caso y dijeron que no se podía porque estaban en su derecho. Yo no me quería brincar ninguna ley y permití las convivencias, pero ahora no sé qué fue de mi nieto, no sé dónde está ni si está bien”, expresó.
María sólo pide dos cosas: que la muerte de su hija no quede impune y que le devuelvan a su nieto. Considera que el pequeño mucho ha sufrido sin su madre, y al haber presenciado los hechos violentos cuando su padre le quitó la vida a Jimena.
“Hago un llamado al procurador Francisco Fernández y a la magistrada presidenta, Rebeca Aladro, que no hagan caso omiso, la lucha sigue en los juzgados penales y ahora nos robaron al niño y tememos por su integridad, no sabemos qué más pueden llegar a hacer los señores”, clamó la abuela materna.
Violencia vicaria y agresiones contra María
La abuela materna indicó que desde que inició el juicio en contra del presunto feminicida de su hija, la familia del sujeto comenzó a atacarla, intimidarla, amedrentarla y tratar de presionarla, por lo que reiteró que teme por la integridad de su nieto, pues tiene conocimiento de que aunque la jueza prohibió las convivencias con el acusado que está en el Cereso de Pachuca, le han permitido platicar con él vía celular.
Desesperada pregunta “¿A dónde tenemos que acudir? ¿A qué instancia para que nos hagan caso?, ya fuimos con la jueza, fuimos al DIF y no vemos eco en nuestras peticiones, estamos desesperados y ahora ni siquiera nos querían iniciar la denuncia de sustracción”.
La abuela materna informó que la familia paterna nunca ha hecho aportaciones económicas en los cuatro años que el infante lleva huérfano de madre, y es ella la que se encarga de cuidarlo, calzarlo, vestirlo, darle educación, sin que ellos le “dieran un peso. Me angustia que mi niño no esté conmigo y que las autoridades no hagan nada”. Finalmente, informó que el expediente en el juzgado de Apan es el 279-2020 dentro del juzgado civil y familiar.
sjl