Pachuca.— Habitantes de la comunidad de Dengantzhá, ubicada en Francisco I Madero, se manifestaron en el Palacio de Gobierno de Hidalgo para exigir la intervención del estado para evitar el despojo de un campo de futbol de la primaria La Reforma.
Los vecinos de la localidad, que pertenece a la región del Valle del Mezquital, señalan directamente del intento de despojo al comisariado ejidal Agustín Viveros Bautista, al delegado Rafael Santiago Martínez y al señor Benito Rosas, quien es del Grupo Minero Vértice, una empresa dedica a la extracción de piedra caliza, cal y grava que se asentará en la región.
De acuerdo con los quejosos, el Grupo Minero Vértice solicitó a los ejidatarios la donación de una hectárea de terreno para cumplir con la reforestación que piden las autoridades para establecerse en la comunidad Dengantzhá, donde establecerá una mina de materiales.
Te podría interesar
Para cumplir con el trámite, mencionaron, el comisariado ejidal pretende entregar el campo deportivo de la primaria, pero afirman que la escuela tiene documentación y un aval que data de 66 años.
“Se habló de una mesa de diálogo, pero no es posible porque es una propiedad de la institución, la Secretaría de Educación dijo que va a defender el campo, pero se hace a un lado, nosotros no vamos a permitir que les quiten ese espacio a los niños, porque es de ellos, por eso estamos en Pachuca para pedir justicia y que el gobernador intervenga”.
Hombres encapuchados tiraron la barda de la primaria
Durante la manifestación, Beatriz Aguilar Bautista, una de las afectadas, explicó que el problema inició hace dos meses, cuando la barda perimetral de la primaria La Reforma fue removida para su reconstrucción, derivado de las malas condiciones en que se encontraba; pero los trabajos fueron obstaculizados por el comisario ejidal Agustín Viveros Bautista, el delegado Rafael Santiago Martínez y Benito Rosas.
“La barda ya estaba a punto de caer y era un riesgo para los niños, que son más de 200, se nos hizo fácil meter máquina para reconstruirla y a partir de ese momento ellos empezaron a detener las máquinas y nos condicionaron. El jueves pasado llegaron hombres y golpearon a mujeres y niños, destruyeron las cámaras de vigilancia y los vidrios del comedor”.
Luego de las agresiones, los afectados presentaron denuncias al Ministerio Público y detallaron que a pesar de la presencia de la Guardia Nacional sufren intimidaciones. Agregaron que hay amenazas contra 157 ejidatarios que están en contra del despojo. Además, los vecinos que se oponen son intimidados por hombres encapuchados que recorren la comunidad.
sjl