Epazoyucan.— Diversas prendas de vestir yacen regadas por el suelo que se confunden con las piedras y la tierra del lugar. Tenis, gorras, tres patitos amarillos de juguete sucios y aplastados, vasos de cerveza, basura y la cinta amarilla con la leyenda de “precaución” rota quedaron en el lugar exacto donde el domingo un tráiler embistió a varias personas, provocando la muerte de un menor de edad, dos adultos y lesiones a 12 más.
Sobre la calle Lázaro Cárdenas aún quedan expuestas las gradas que fueron utilizadas por los asistentes a los arrancones de tráileres, algunas carpas de venta de bebidas alcohólicas y llantas colocadas a los costados, quizá como única medida de contención y seguridad en un evento que, de acuerdo con la presidencia municipal de Epazoyucan, no contaba con permiso para ser realizado.
Y tal era el caso que incluso las patrullas de la comunidad y las ambulancias se encontraban en el centro de la comunidad, donde se desarrollaban otros eventos, cuando ocurrió el trágico accidente, y fue entonces que se movieron al sitio para atender a las personas afectadas, cuentan los pobladores.
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Un pueblo guarda silencio después de la tragedia
En Santa Mónica, este lunes el ambiente es de silencio. Todos comentan el accidente, pero casi nadie quiere relatarlo a extraños. Coinciden en que el impacto fue “fuertísimo”, que todo se convirtió en un caos y confusión de un momento a otro, que seguramente después de lo ocurrido no se volverán a realizar arrancones en la feria, que ya se había convertido en un evento tradicional.
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No obstante, no ha estado libre de incidentes. Apenas el año pasado se registró una riña entre los asistentes, la cual fue difundida mediante redes sociales, y ahora, el accidente provocó luto en la población.
En Santa Mónica se realizan dos ferias al año. La de mayo, organizada por los comisarios, y la de agosto, por la delegación municipal, cuya representante evitó dar declaraciones debido a que no estuvo en el lugar en el momento del suceso, pero sí mencionó que ellos no tienen injerencia en las actividades que se realizaron durante la festividad.
Al tratarse de una comunidad pequeña, donde la mayoría de personas se conoce, las muestras de solidaridad hacia las familias de las víctimas no se han hecho esperar. Se sabe que este día los cuerpos serían entregados para ser velados; este martes, se realizarán los sepelios.
Un moño blanco es señal de luto en una de las casas afectadas por el accidente. Mantiene la puerta abierta y desde la calle se escuchan los rezos. Es un momento de dolor para las personas que perdieron a su ser querido. Quieren vivir su duelo de manera privada, únicamente compartiendo con sus vecinos y gente allegada.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal y la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo informaron el deceso de tres personas y 12 más con lesiones como producto del accidente, quienes fueron trasladadas a diversos hospitales. De igual forma, reportó que el tractocamión implicado en el suceso fue encontrado abandonado, pero del conductor aún se desconoce su paradero.
Por su parte, el ayuntamiento de Epazoyucan publicó un comunicado en el que se enfatizó que no se otorgó ningún permiso para llevar a cabo el evento y aseguró que se instruyó al personal para que “de manera inmediata y con diligencia refuercen acciones para brindar la atención necesaria, ya que esta situación pone de manifiesto la necesidad de enfocar los esfuerzos preventivos en los festejos de las localidades”.
Sin embargo, la pregunta que se hacen los pobladores en la calle y en redes sociales es, si ya sabían que los arrancones no contaban con permiso, ¿por qué las autoridades no impidieron que se realizara clausurando el evento antes de que se realizara?
sjl