Pachuca.— Por incurrir en violencia política en razón de género en contra de una presidenta municipal, el Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo (TEEH) amonestó públicamente al periodista Roberto Bravo Hernández, quien emitió expresiones en contra de la entonces funcionaria municipal en la que hizo referencia a su aspecto físico, y a su condición de mujer.
La entonces presidenta municipal interpuso una queja ante el Tribunal Electoral local, el cual después de analizar las pruebas presentadas consistentes en videograbaciones, llegó a la conclusión de que sí existió violencia política en razón de género y dichas acciones no pueden ser normalizadas, de ahí que también ordenó al periodista que ofrezca un disculpa pública y acuda a cursos de sensibilización y capacitación.
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Asimismo, ordenó su inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política Contra las Mujeres en Razón de Género.
Al resolver el asunto TEEH-63/2024, las magistradas y magistrados consideraron que el sujeto cometió el agravio desde un perfil de índole informativo en cuyo tema central fue la actividad realizada por la ahora expresidenta municipal en su calidad de servidora pública; sin embargo, durante la transmisión se hizo referencia de su trabajo, y de cuestiones personales con las que “el ciudadano quebrantó el límite de la libertad de expresión”.
“Brindó información poco certera y especuló de la vida personal de la denunciante, además que en ello se hizo énfasis que no tiene capacidad para gobernar y relacionándola con un pasado de actividades relacionadas con el modelaje, es decir, menoscabando sus actitudes, limitándose a participar en concursos considerados para las mujeres. Incluso se apoyó en comentarios de terceros para hacer mofa respecto de su físico y relaciones personales”, expresó la secretaria de estudio y cuenta de la ponencia de la magistrada Rosa Amparo Martínez Lechuga.
Denigró la condición de mujer de una funcionaria
En su resolución, la magistrada considera que ese tipo de conductas no deben ser normalizadas, peor aún que fueron difundidas en un medio de comunicación. “La falta de conciencia que alega el denunciado, crítica, pero denigración, minimiza su condición de mujer, la llamó mujercita limitada y presindentilla”.
Precisamente por ser parte de un gremio que debe atacar la violencia contra las mujeres en razón de género, su trabajo “debería de no imitar modelos de violencia y discriminación que refuerzan la lamentable cultura de violencia contra las mujeres”, expresó la secretaria de Estudio y cuenta.
En ese sentido, la conducta fue considerada como grave, que no debe ser normalizada, y de ahí la sanción de amonestación pública y la solicitud de disculpa pública.
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