Mineral de la Reforma.— Padres de familia de las primarias Jacobo Zaga Zaga (turno matutino) y Genaro Guzmán Mayer (turno vespertino) ubicada en el fraccionamiento Campestre Villas del Álamo, denuncian mal manejo de recurso del programa federal La Escuela es Nuestra, señalan que además del retraso en la entrega de obras, éstas quedaron inconclusas y con fallas estructurales.
De acuerdo con el plan de trabajo del programa La Escuela es Nuestra, las instituciones educativas de nivel básico obtuvieron un recurso por 600 mil pesos para la rehabilitación de la barda perimetral, la construcción de módulos de sanitarios con cuatro muebles de baño, dos mingitorios, tres lavamanos y la rehabilitación de circuito cerrado de cámaras de seguridad y monitores, las cuales no se entregaron completamente terminadas.
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“En un evento con algunos padres de familia, la facilitadora de La Escuela es Nuestra, Paola Alonso, presentó un reporte muy general de la inversión para las obras; sin embargo, lo que se entregó está en malas condiciones y no existió una rendición de cuentas como se pedía, sólo se nos dijo que se invirtieron 176 mil pesos en la barda, más de 400 mil pesos en los baños y casi 7 mil pesos para el sistema de circuito cerrado y solo se cambió el cableado”, expusieron los padres y tutores.
El fin de obra, según el contrato con la constructora Alta Arquitectura, que mencionan es de Bolivia, se acordó el 27 de julio y se presentó el pasado 25 de septiembre, sin embargo, en el módulo de baños, enlistan la falta de mamparas, impermeabilización, los lavamanos están despegados, hay cableado de luz expuesto y cuarteaduras en los muros, por lo cual los estudiantes pueden ser susceptibles de accidentes por la falta de acordonamiento.
“Pedimos a la Secretaría de Educación y de Bienestar que nos volteen a ver; se supone que la barda formaba parte del recurso que se obtuvo con el programa y ahora los padres del turno vespertino dicen que para su construcción ellos hicieron colecta y vendimias, entonces ¿dónde está el dinero?; casualmente la tesorera hizo mejoras a su casa en el mismo periodo. Si todo se hizo de la manera correcta que presenten las cuentas como debe ser”.
Los padres de familia manifestaron que las respuestas de los responsables sobre el mal manejo de dinero fue que las quejas no procederían al ser un recurso federal. “Estas situaciones nos preocupan porque se amparan unos y otros, para que al final nadie dé solución, porque lejos de que éste sea un beneficio se vuelve un problema porque los niños están expuestos a accidentes”.
sjl