Pachuca.— Pagar renta a extorsionadores o quedarse sin comer es la realidad que enfrenta Juan, chofer de transporte de pasajeros de la línea de autobuses México-Tizayuca, que conecta Hidalgo con el Estado de México y la Ciudad de México.
Las corridas fueron suspendidas la mañana del jueves 7 de septiembre, debido al asesinato de un conductor de esa línea de autobuses. Alrededor de las 6:30, tres hombres interceptaron la unidad en la autopista México-Pachuca, a la altura del 30-30, desalojaron a los pasajeros y unos metros más adelante asesinaron al chofer, de nombre Daniel, cuyo sepelio se llevó a cabo el viernes en Hueypoxtla, Estado de México.
Juan —a quien se le modificó el nombre por seguridad— no asistió al sepelio de su compañero, con vergüenza menciona que desde ayer no tiene dinero ni para comer.
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“Yo le mandé gasto a mi familia para el estudio de mis hijos, para la comida… ahorita desde ayer no genero ingresos, no he comido. Si viera qué se siente estar sin ni un peso. Ahora sí no tengo ni para un cigarro o una coca, nada…Es que ya yo en lo personal ya estoy, perdón por la palabra, hasta la madre de todo esto, estoy desesperado, si viera cómo la he padecido… ahorita a ver qué hago, voy a ir a vender un aparato para comer hoy algo y tener para desayunar algo mañana”.
Pagan para que los dejen trabajar
Aunque recorren un trayecto que se caracteriza por su peligrosidad, los choferes como Juan no tienen seguro social, ni salario fijo; sus ingresos varían de acuerdo al número de pasajeros que van abordando en el trayecto desde Tulancingo hasta Tizayuca, o el Estado de México, que son las rutas que cubre la empresa Alianza de Transportistas de Tizayuca Hidalgo SA de CV.
Después de pagar la renta de la extorsión, casetas, gasolina, limpieza de la unidad, el desayuno, comida y cena, le quedan 800 pesos en los días buenos, 200 en los malos.
“Nosotros como conductores siempre somos extorsionados porque nos asaltan, porque tenemos que pagar una cuota de salida de destino, porque esa es la mentada checada de salida, es como le digo, ellos como empresa se las ingenian para decir ‘hay que pagar porque si no vean lo que pasa y ahora va a ser tanto de salida por vuelta’, así ellos pues no ponen nada, al final de las cosas, uno es el que termina pagando la renta y todo, le digo, somos nosotros como conductores, nosotros solos pagamos nuestra tranquilidad y hasta la de ellos como empresa.
…Ahorita no sé por qué no han llegado a un acuerdo, si después de todo los que pagamos somos nosotros, porque nosotros sí tenemos necesidad, como yo que ahorita estoy sin comer, pero a ver, ¿cuándo nos asaltan nunca hay patrullas ¡Ah! pero eso sí, si nos volamos un semáforo, a lo mejor por equivocación o a veces por ganarle a la competencia, ahí sí, luego, luego, detente Tizayuca, ahí sí hay patrullas”.
Siete años de pagar extorsiones
La versión de Juan coincide con una declaración del 31 de agosto del secretario de Gobierno de Hidalgo, Guillermo Olivares Reyna, ese día informó que la línea México-Tizayuca llevaba pagando extorsiones desde hace siete años y que no había denunciado por temor a represalias como la que ocurrió cuatro días previos, cuando hombres armados calcinaron un camión de pasajeros en la localidad El Cid, en Tizayuca.
El 1 de septiembre, el encargado de Despacho de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo, Santiago Nieto, informó que había dos denuncias, por extorsiones y por la quema del autobús, de las líneas México-Tizayuca y Baltazar.
Ese mismo día, el secretario de Seguridad, Salvador Cruz Neri, anunció que se establecería un corredor seguro entre Hidalgo y el Estado de México. En la entidad se determinaron cinco puntos de vigilancia cercanos a las zonas de ascenso y descenso de pasaje y estaban por definir los puntos del Estado de México.
Además, la alcaldía de Tizayuca compartió fotografías del operativo Corredor Seguro, en el que se observan elementos de la Policía Municipal, de la Guardia Nacional y del Ejército, aunque estas dos últimas corporaciones tienen jurisdicción en tramos federales, como la autopista México-Pachuca, el 7 de septiembre fue asesinado Daniel, de 32 años de edad, que trabajaba conduciendo un autobús de pasajeros de la línea México-Tizayuca.
Los compañeros de Daniel aún no se organizan para los siguientes días, no han determinado si harán un nuevo bloqueo en la autopista México-Pachuca como el pasado 1 de septiembre, están de luto.
“Todavía no hemos comentado nada porque fue la gran sepultura del compañero caído. Fueron la mayoría a acompañarlo a su entierro”.
Dice Juan que los choferes de transporte público están solos, que la empresa les cobra la renta de la extorsión, que les prestó los autobuses para hacer el bloqueo del 1 de septiembre, pero no los apoya de otra forma, las autoridades también fallaron: Daniel salió a trabajar y no regresó a su casa.
“Realmente nosotros somos los que pagamos los platos rotos, no se vale, si viera cómo afecta esto a cientos de familias, de verdad no salen los camiones, los mentados tizayuqueros como nos dicen, y viera como cientos de gentes están afectadas. Yo sólo quiero que esto se acabe, que todo sea normal”.
Hasta el cierre de esta nota, la vocería de la Guardia Nacional no había respondido un requerimiento de información sobre los detalles del operativo de vigilancia que realiza desde el 1 de septiembre en la autopista México-Pachuca
sjl