Pachuca.— Desde que tenía ocho años de edad, su padre la violaba cuando su madre se iba a trabajar; pasaron 16 años hasta que un día se decidió a denunciarlo, pero para entonces, las violaciones constantes ya habían tenido una consecuencia: Julia se embarazó siendo una adolescente de 17 años de edad.
El embarazo de Julia – nombre ficticio y que forma parte de una sentencia definitiva de un procedimiento abreviado derivado de la causa penal 05/2021, radicada en el distrito judicial de Atotonilco el Grande – es uno de los más de 7,000 mil embarazos en adolescentes que se registraron en ese año.
A pesar que Julia era menor de edad y que el papá de su hija era su propio padre, su caso no fue ventilado en la Procuraduría de Justicia ni en los juzgados penales, sino hasta que el producto de las violaciones, que es una niña, cumplió ocho años de edad, en 2021.
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De acuerdo con la norma, los partos de niñas de 10 a 14 años de edad requieren de un manejo especial, debido a la alta probabilidad de que esos embarazos sean producto de abuso y violencia sexual y del mayor riesgo de morbimortalidad materna y perinatal, de ahí todos sean considerados de alto riesgo en las instituciones de salud.
Desde el año 2005, Julia empezó a ser violada por su padre, en la denuncia ella narra que iba en tercer año de primaria cuando un día despertó y su papá le comenzó a quitar la ropa, se colocó arriba de ella, le abrió las piernas y metió su pene en su vagina, a pesar del llanto de ella y de que ella decía que dolía, él no le hizo caso y continuaba metiendo y sacando su pene.
Julia relata que los eventos de violación fueron continuos durante 16 años, pero cuando ella tenía 17 años, se embarazó y nunca había dicho nada porque el hombre la amenazaba, primero con que iba a abandonar a su mamá y a sus hermanos y luego con que le quitaría a su hija.
Recuerda que fue en 2014, cuando ella tenía 17 años, cuando le comentó a su papá que no menstruaba, y la llevó al doctor y éste le informó que tenía un mes y medio de embarazo, su parto fue normal en el Hospital General, pero aún después de tener a su bebé su papá la seguía violando.
De acuerdo con información de la coordinación estatal de los programas de salud sexual para adolescentes y atención de la adolescencia, los embarazos en ese grupo poblacional van a la baja desde la pandemia; sin embargo, como secretaría no cuentan con información sobre el contexto en el que se registran los embarazos, es decir, de padre o responsable; pues sólo se encargan de llevar la vigilancia del embarazo, el cual es considerado de alto riesgo, así como de la consejería, anticoncepción para la toma de decisiones.
Por su parte, la titular de la Secretaría de Salud, Zorayda Robles Barrera, dijo que las cifras que tienen desde el año 2020 en el número de mujeres que se han embarazado entre los 10 y 19 años ha ido a la baja, pues tan sólo en esa anualidad fue de 6,895 embarazos adolescentes, mientras que en 2021, fue de 5,858 y para 2022, el número llegó a 5,466.
En 2022, de las 5,466 mujeres adolescentes que se embarazaron, 165 tenían entre 10 y 14 años y mientras que 5,301 oscilaban entre los 15 y 19 años de edad.
“Llevan una tendencia a la baja. No obstante, se llevan a cabo acciones para disminuir más los números, sobre todo en Pacula, Tianguistengo, Tolcayuca, Huehuetla, Agua Blanca y Acaxochitlán”, explicó Robles Barrera.
En lo que va de 2023, al corte del 26 de julio de 2023, se reportaron 2,313 embarazos en adolescentes de los cuales 68 son de niñas entre los 10 y 14 años de edad; y 2, 245 en mujeres de 15 a 19 años.
La SSH ha emprendido una serie de acciones para prevenir el embarazo adolescente, entre ellas pláticas en las escuelas, consejerías, toda vez que se ve como una situación que trastoca no sólo la vida de la chica embarazada, sino de la familia e incluso del varón responsable de ese embarazo.
Pero el trabajo de salud se aboca al control prenatal, ya que es un embarazo considerado de alto riesgo por condición de edad, aunque no tengan comorbilidad. Se vigila el control de peso, talla, crecimiento uterino, pruebas rápidas de VIH, seguimiento a acciones de salud. Orientación y prevención de un segundo embarazo de corta temporalidad.
En el caso de menores de 15 años se aplica la Ruta Name, que establece una ruta para para la detección, atención y protección integral de las Niñas y Adolescentes Madres y/o Embarazadas (NAME) menores de 15 años, hasta la restitución de sus derechos. Atención a menores de 15 años para que el riesgo de embarazo sea cero.
En esa ruta se establece que se debe reportar el embarazo de menores de 10 a 14 años al ministerio público y al SIPINNA por ser consecuencia de una posible comisión de delito. No obstante, la SSH hace un llamado a las adolescentes para que pierdan el miedo, pues “la vergüenza y el miedo no pagan pañales”. De ahí que los invita a que se acerquen y soliciten información sexual reproductiva y en caso de requerirlo algún método anticonceptivo, así como orientación y consejerías, todo ello para evitar un embarazo no planificado y se quiebren sus planes.
La sentencia
Al sujeto culpable del embarazo de Julia, se le impuso una pena de 10 diez años 6 meses de prisión y pena multa de 300 días de unidad de medida y actualización, a razón de 96.22, que arrojan la cantidad de 28 mil 866 pesos, por el delito de violación equiparada agravada, cometido en agravio de su propia hija.
sjl