Pachuca.— Mil procedimientos realizados en lo que va de la administración actual, 15 unidades médicas ofrecen el servicio y tres médicos identificados como objetores de conciencia son los números a dos años de que se aprobó la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en el Congreso local.
Lo anterior, lo informó la psicóloga Celia Margarita Cruz Yáñez, titular de la Unidad Institucional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres de los Servicios y Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH).
Detalló que de septiembre a la fecha se han realizado más de mil procedimientos de ILE, al tiempo que aseguró que “como institución pública se alinean a la garantía de derechos y si ya no hay un tema normativo que impida aplicar el procedimiento”.
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Para ello han implementado un programa de aborto seguro, el cual incluye todos los lineamientos para que las personas en las unidades hospitalarias y médicas tengan el a-b-c de qué hacer, tanto de la consejería, la parte técnico-médica. Destacó que Hidalgo es la única entidad del país que tiene el protocolo para ILE.
Desde que se reformó la ley, la SSH habilitó el servicio en 15 unidades de los servicios de salud, 14 de ellas hospitalarias y otra es la Unidad de salud sexual y reproductiva, ubicada en Pachuca, pero es una clínica de primer nivel, es decir, como si fuera un centro de salud.
De ahí que uno de los retos planteados en ese tema es trasladar el servicio a clínicas de primer nivel en todo el estado, “porque va a estar más al alcance de las mujeres, y esa acción lo va a hacer justamente accesible a las personas que requieran hacer uso del servicio”. Aunado a la sensibilización y actualización en la parte técnico médica.
¿Qué contexto tienen las jóvenes que aplican la ILE?
A decir de la psicóloga, la base de datos por estratos y contexto social de las mujeres que solicitan los servicios para la ILE, aún no se logra esquematizar, pero sí sabe que son mujeres en un periodo de juventud-adolescencia, que van de 18 a 30 años.
Provenientes de diferentes regiones, “en todas las regiones hay registro de que se ha brindado el servicio: en Ixmiquilpan, Huejutla, Atlapexco, pero sí hay un sesgo importante porque hay mucha migración de personas usuarias, principalmente en Pachuca se concentra la demanda, pero no necesariamente todas son de la capital, incluso vienen de otras entidades”. Adelantó que se sigue buscando la forma de estratificar de mejor manera los datos.
Cuestionada en relación a si alguna de ellas ha manifestado la situación económica como la causa de la ILE, respondió que “no necesariamente”, pero si marcan la no derechohabiencia a servicios de salud, “evidentemente sí hay un tema de pobreza, pero no es la principal característica de que las mujeres lleguen y manifiestan el acceso al aborto”.
¿Qué hay después del aborto?
El protocolo que aplican los servicios de salud de Hidalgo establece atención para las mujeres antes, durante y después del procedimiento, mismo que se da seguimiento en las mismas clínicas donde se practicó el aborto.
Después del procedimiento no existe la obligación de salir con método antifecundativo, pues el mismo es un derecho humano, pero su ofrecimiento sí lo incluye la parte de la consejería.
“El seguimiento es parte del protocolo de atención basado en lineamientos técnicos del aborto seguro, y justo tiene el antes, durante y después porque debe haber una revisión, consejería, y si se requiere algún otro servicio psicólogo o médico”, mencionó la psicóloga.
Médicos objetores
La objeción de consciencia es algo que se ha presentado en Hidalgo, no obstante, con los temas de capacitación efectiva y sensibilización se ha avanzado. La objeción es por formación, de ahí la importancia de la actualización médica y de conocer los procedimientos “para que lo practiquen y sean conscientes de su actuar como servidores públicos”.
En la entidad, por lo menos hay tres médicos objetores y de acuerdo con la especialista y encargada del tema “no ha sido por un tema moral o religioso, sino porque sentían la presión en la carga de trabajo”.
sjl