PACHUCA.- Las metanfetaminas junto con la cannabis son las drogas de mayor impacto reportadas por consumidores de drogas ilícitas solicitantes de tratamiento al Centro de Integración Juvenil que se ubica en Pachuca, así lo refleja la información de los Centros de Integración Juvenil ante el Sistema de Información Epidemiológica (Informe de Investigación 22-04g). Dirección de Investigación y Enseñanza, Subdirección de Investigación, Departamento de Investigación Clínica y Epidemiológica, correspondiente al primer semestre de 2022.
Al primer semestre de 2022, en promedio se brindó atención a 122 personas, mismas que solicitaron tratamiento ante el Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Pachuca por problemas con el consumo de alcohol, cannabis y metanfetaminas.
De las 122 personas atendidas durante el primer semestre de 2022, se tiene que el mayor problema es el consumo de alcohol, pues el 30.3 por ciento de los solicitantes padecía alcoholismo.
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El segundo lugar son las metanfetaminas (cristal, hielo, meta) con 29.5 por ciento de los pacientes que llegan al Centro de Integración Juvenil, y por último, la cannabis (Mariguana “estándar”; modificada, con alto nivel de THC; Hachís –Resina; Hachís -Aceite o miel), pues el 23.8 por ciento de los usuarios dijeron ser adictos.
En menor grado, también solicitaron apoyo del CIJ personas que consumían tabaco (8.2 por ciento), cocaína (2.5 por ciento) y alucinógenos (1.5 por ciento). Lo anterior, son las tendencias observadas en la droga de mayor impacto en los primero seis meses de 2022.
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Con base en el informe, a nivel nacional el consumo de drogas es mayor en el caso de metanfetaminas, cannabis y alcohol, al igual que en Hidalgo.
Pese a que el porcentaje de consumo de alucinógenos es bajo, Hidalgo es de las entidades en las que la población atendida en los centros de integración reportó tasas de consumo elevados, quedando apenas en octavo lugar.
De 2004 al primer semestre de 2022, la atención en los centros de integración juvenil ha ido en aumento, hasta antes de la pandemia, de tal forma que en 2019 se llegó a atender hasta 200 personas.
Llama la atención que había un pequeño grupo de la población que consumía crack, pero en el último informe ya no se reportó ningún consumidor, pero incrementó el consumo de cocaína de 0.9 a 2.5 por ciento de los solicitantes de servicios ante los centros de integración.
sjl