PACHUCA. – Brenda se quedó al cuidado de su nieta cuando Diana fue asesinada. A la madre de familia la desaparecieron el 13 de diciembre de 2022 y un día después fue hallada sin vida en la mina La Balastrera, Zempoala. La muerte Diana Guadalupe Gómez Cruz de 26 años, víctima de feminicidio en Hidalgo, dejó huérfana de madre a una pequeña de 7 años de edad, quien actualmente está a cargo de su abuela Brenda Yazmín Cruz Rosales.
Brenda pasó de ser abuela a la cuidadora primaria de su nieta que al igual que 58 niñas, niños y adolescencias quedaron en orfandad a causa de la violencia feminicida en la entidad, de acuerdo con estadísticas registradas en la anualidad pasada por la organización Servicios de Inclusión Integral y Derechos Humanos A.C. (Seiinac).
Diana trabajaba en una gasolinera y hacía manualidades para complementar los gastos del hogar. Su mamá la recuerda como una joven alegre y amigable que anhelaba asistir por primera vez a una marcha para protestar contra la violencia hacia las mujeres, pero no lo logró y fueron sus familiares quienes el pasado 8 de marzo gritaron su nombre para conmemorarla.
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Diana tenía 26 años de edad cuando la tarde del 13 de diciembre de 2022 fue vista por última vez en el municipio de Zempoala, de donde era originaria. La ficha de búsqueda que se activó para hallarla describe a una mujer de cabello largo, lacio y negro, de ojos café oscuro con estatura de 1.50 y 60 kilos de peso.
“Mi hija era una persona muy alegre, trabajadora, muy luchona y entusiasta, tenía muchas amistades. Era muy amiga de toda la gente. Le gustaba de todo un poco, pero más hacer manualidades porque así se ganaba unos pesos”.
“El feminicida secuestró a mi nieta”
La joven no fue la única persona a la que desaparecieron, lo mismo ocurrió con su hija de 7 años, sustraída por su padre Larry N, actualmente vinculado a proceso en la causa penal 1734/2022 donde la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos de Género de Hidalgo le imputó el feminicidio de Diana.
“El feminicida secuestró a mi nieta 22 días, estuvimos en una larga búsqueda para encontrar a mi nieta, la encontramos el día 3 de enero de 2023”, recordó Brenda.
La ausencia de mamá
Tras la detención de Larry N, la Procuraduría de Hidalgo informó que la hija de Diana estaba en resguardo de las autoridades estatales mientras se realizaban los trámites pertinentes para integrarla a una red familiar.
Actualmente la pequeña vive con su abuela Brenda, quien se encarga de llevarla a una primaria situada en el municipio de Mineral de la Reforma y no en Zempoala donde antes estudiaba. La dinámica familiar cambió y con ello también la nueva escuela que se sitúa frente al trabajo de su cuidadora.
“La niña vivió un trauma muy fuerte porque al parecer ella pudo ver algo de lo que él le hizo a su mamá. Durante los 22 días dice que ella preguntó dos veces por su mami, pero su papá le dijo que nunca más volviera a preguntar por ella”, narró Brenda.
Al respecto, Omaira Ochoa Mercado, integrante de la organización Justicia Pro Persona, explicó durante un conversatorio digital que data del primer trimestre de 2021, que las infancias en orfandad cargan con un estigma social de ser hijos de una mujer a la que le arrebataron la vida de forma violenta.
Asimismo, refirió que, aunque en ocasiones se quedan al cuidado de la figura más cercana a la madre, esto no sustituye la imagen materna; mientras que, en el ámbito económico, las infancias también se ven vulneradas, especialmente si la víctima directa era la principal fuente de manutención, como en el caso de Diana.
“La vida de mi nieta cambió totalmente. La nena ahora ya está conmigo gracias a Dios, está yendo a la escuela, pero se acuerda mucho de su mamá. Ella no sabe aún quien fue la persona que la privó de la vida”.
El caso de Diana fue judicializado y Larry N, la expareja, permanece en prisión preventiva. Brenda informó que la próxima audiencia es en mayo, mes en el que ocurrirá la etapa intermedia donde las partes proporcionarán las pruebas que consideren pertinentes para su teoría del caso.
“Pido justicia. Yo lo que quiero es que él pague lo que hizo, que se quede encerrado y que, si hay otros responsables o algo, que por favor investiguen (…) gracias a Dios encontramos a mi hija, ella desapareció el 13 y la hallamos el 14. A los 22 días, hallamos al feminicida y a mi nieta, pero veo que hay muchas injusticias porque hay familias que aún no tienen respuesta”.
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