TULA DE ALLENDE.- Mediante oficios, el gobierno municipal de Tula de Allende intentó justificar que los colchones que donó a damnificados de la inundación de 2021 no representaban riesgos a la salud y que sí cumplían con la calidad necesaria, pero le fue dada una negativa y por segunda vez debe efectuar una aclaración.
Así lo refirió el tercer informe de la cuenta pública 2021 de la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) que observó una presunta mala inversión de un millón 74 mil 497.97 pesos para comprar 763 colchones, pero de los cuales tras unos días de uso los beneficiarios notaron que eran reciclados y contenían residuos como orines.
Por lo que de acuerdo con la ASEH, los colchones no cumplieron con la calidad y características contratadas, por lo que en el acta número ASE/DGFSM/024/TUA/2021 de fecha 2 de diciembre de 2022 aseveró que se “pone en riesgo la sanidad de los beneficiarios”, quienes molestos en febrero del año pasado los quemaron frente al ayuntamiento.
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Derivado de lo anterior, sumado a una denuncia recibida el primero de agosto de 2022 interpuesta por ciudadanos y organizaciones civiles, fueron revisadas pólizas de egresos, transferencias bancarias, comprobantes fiscales, solicitudes de materiales, validación de solicitudes, lista de beneficiarios y copias de identificación.
En dichos documentos fue detectado que el municipio realizó pagos improcedentes por un millón 74 mil 497.97 pesos, de los cuales la administración municipal de Tula de Allende que preside Manuel Hernández Badillo presentó documentos y oficios para tratar de juatificar las irregularidades que asentó la ASEH.
Pero el ente determinó que no se cumplieron estándares necesarios y generó un pliego de observaciones, pero aseveró que aún no puede determinarse que exista un daño a la hacienda municipal o exista un acto de corrupción con la compra de los colchones, pues el ayuntamiento tiene 30 días para realizar otra aclaración.
Damnificados esperan que se haga justicia
Tras la publicación del tercer informe de la cuenta pública 2021 de la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo, la Gran Asamblea de Damnificados y Unidos por Tula, así como ciudadanos y damnificados esperan que se haga justicia por la compra de los colchones de la que se consideró hubo actos de corrupción con sobreprecios.
Así fue la quema de los colchones
A principios de febrero de 2022, luego de casi cinco meses de la tragedia del río Tula, comenzó una ola de inconformidad por las donaciones en especie recibidas por el gobierno municipal de Manuel Hernández Badillo, sobre todo en los colchones que miles de familias perdieron en la inundación.
Primero, fueron habitantes de la colonia Dengui quienes salieron a denunciar la baja calidad de los artículos y en una cancha pública trasladaron algunas piezas que rasgaron para demostrar que no solo estaban en malas condiciones, sino que se trataba de reconstrucciones de muy bajo presupuesto.
Pues frente a medios de comunicación se explicó que únicamente la tela exterior era nueva, aunque mal cocida, ya que al interior había resortes oxidados, desechos como rellenos, animales e incluso presentaban olores; solamente en Dengui fueron entregados 70 colchones y aproximadamente 743 en todo el municipio.
En otra ocasión, más damnificados acudieron al palacio de gobierno municipal y tras amontonar más colchones donados les prendieron fuego y con pancartas acusaron actos de corrupción, pero en su oportunidad el alcalde Manuel Hernández Badillo acusó que hubo dolo en ese acto, pero aseveró que haría un reemplazo.
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