PACHUCA.- Ayer, el extitular de la Procuraduría General de la República (PGR) Jesús Murillo Karam fue trasladado a un hospital para practicarle una revisión médica por padecimientos que sufriera antes de ser encarcelado por su presunta relación en el llamado caso Ayotzinapa.
Por la tarde, y a bordo de una ambulancia, el exfuncionario federal en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto (EPN) fue canalizado del Reclusorio Norte al hospital Balbuena en la colonia Venustiano Carranza de la Ciudad de México, confirmaron las autoridades a medios nacionales.
Quien también fuera gobernador en Hidalgo en el periodo 1993 a 1998 figuró antes de ser subido a la ambulancia con el uniforme color beige de procesado, una gorra del mismo color y un chaleco antibalas color negro. De acuerdo con la misma información, se le practicó una tomografía de tórax.
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Pues padece enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), de la que sus abogados intentaron valerse para pedir al juez que el proceso fuera llevado en prisión domiciliaria, a lo que fue negado por riesgo de fuga al asentar que no posee ningún arraigo y además tiene los medios para tal acción.
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Tras varias horas, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX confirmó que una vez hecho el procedimiento Murillo Karam volvió al reclusorio, donde seguirá su vinculación por su probable responsabilidad en los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia. Las autoridades capitalinas afirmaron que el procedimiento se desarrolló conforme a los protocolos establecidos para los centros penitenciarios.
Por estos padecimientos, intentaron que estuviera preso en su domicilio
Durante la audiencia en la que el exprocurador fue vinculado a proceso, su defensa afirmó que Murillo Karam, de 74 años de edad, padece hipertensión e insuficiencia vascular cerebral, además de EPOC, por lo que solicitaron al juez que tomara en cuenta ese estado de salud para seguir el proceso en libertad.
Luego de su vinculación, el exfuncionario promovió un amparo en contra de cualquier acto de intimidación, el cual también incluyó la orden judicial para que las autoridades del Reclusorio Norte tomaran todas las medidas necesarias para garantizar su buen estado salud durante su estancia carcelaria.
Ante lo anterior, y de acuerdo con el código penal federal, Murillo Karam podría cumplir con dicha medida en su casa, pues el artículo 55 de dicho reglamento asienta que las personas mayores de 70 años y que padezcan alguna enfermedad grave o terminal podrán seguir su proceso casa o internados en un hospital.
cem