PACHUCA.- "No me pienso retirar así de lleno, porque el gusanito de estar arriba del ring es siempre grande. A veces, cuando ya estoy descansando, viendo la televisión, y pasan una función de lucha libre me entra el gusanito de irme a azotar, así hasta me relajo”.
Así lo expresó Gabriel Pérez Gómez, conocido en el ring como Ray Pérez, luchador profesional hidalguense con 45 años de trayectoria en el pancracio estatal y nacional quien este día, en Tepeapulco es homenajeado.
Nacido en Pachuca, Ray Pérez, de 58 años de edad, es uno de los íconos de la Lucha Libre de Hidalgo por su trayectoria y, sobre todo, herencia hacia las nuevas generaciones, ya que ha entrenado a más de una docena de nuevos luchadores.
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“Para mí la lucha libre es una terapia y subir al rin es algo bueno para mi… si no hago ando estresado, de malas o hasta con dolores de cintura y cuello, pero me voy a entrenar y como así me relajo, es algo extraño, pero así es”, dijo en entrevista con La Silla Rota Hidalgo.
Tenía 14 años cuando conoció la lucha
Tenía 14 años de edad cuando Gabriel Pérez inició su pasión por la Lucha Libre. Su primer entrenamiento fue en el Deportivo de Los Mineros, ubicado en la calle Belisario Domínguez, en el Centro de Pachuca.
Dos años antes entrenaba boxeo amateur. Su papá era boxeador militar y fue quien le dio sus primeras lecciones en el ring. Sin embargo, en los encuentros sufrió una lesión, pues le fracturaron el tabique de la nariz.
“Cuando me recuperé, recuerdo que estaba muy delgadito. Yo quería luchar, pero me dijeron que antes de eso tenía que ganar peso. Fue entonces que un compañero me dijo que comiera muchos frijoles… al llegar a casa de mi mamá, me comí toda la olla de frijoles… eso hizo que me empachara”, recordó.
Su primer personaje fue Diamante Chino, luego cambió a Poder Chino. También encarnó al personaje Mister Mongol, de ahí a Samurai, luchando en Veracruz, Puebla, Estado de México y otras entidades.
¿Cómo nació Ray Pérez?
Su actual nombre nació en el año de 1984, cuando Gabriel Pérez asistió a la inauguración del Deportivo 11 de Julio como espectador. Sin embargo, sus compañeros lo animaron para que se subiera al ring.
“Me dijeron que subiera a luchar y pues como no traigo cosas, ahí me consiguieron unas botas y un atuendo para luchar. Cuando me preparaba para salir a luchar, me preguntaron ‘¿cómo te anunciamos?’. Yo estaba como Poder Chino, entonces fue que les dije que mejor alguien me echara un ‘raite’ a mi casa para ir por mi máscara y mis cosas para poder subir a luchar”, contó.
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Fue uno de sus compañeros que le dijo: “ahí está… te vamos a anunciar como Ray Pérez”. Él tenía 17 años de edad y fue así que se mantuvo con ese nombre, el cual lo ha acompañado a lo largo de su carrera.
Ray Pérez será homenajeado este viernes 16 de septiembre en el salón Alpemax, ubicado en la calle Bartolomé de Medina, colonia Centro, municipio Tepeapulco. En un encuentro luchístico a las 16:00 horas.
Subcampeón nacional de lucha
En su carrera luchística logró dos campeonatos estatales y un subcampeonato nacional. Este fue en el estado de Oaxaca. Además de varias máscaras y cabelleras de sus rivales, lo que valió un respeto y admiración de otros luchadores.
“Son muchas luchas en las que he estado. La verdad ya perdí la cuenta, pues recuerdo que cuando estaba joven luchaba hasta dos veces el mismo día… terminaba bien cansado, pero aprovechaba que tenía juventud”, dijo Ray Pérez.
También ha dejado su legado al entrenar a varios luchadores profesionalmente como por ejemplo al luchador Gasparín, Luto Segundo, Los Reos 1, 2 y 3; actualmente, también inculcó a sus hijos en este deporte de contacto: Lady Samurái, Pequeña Oyuki, El pequeño Rey Pérez.
“Tengo hermanos que hacen lucha libre, también sobrinos, son muchos en verdad. Hace tiempo, en Mineral de la Reforma estuve dando clases en una escuelita, ahí tuve hasta 63 alumnos, entre niños y niñas”, indicó.
Es difícil ser luchador
Lo más difícil de ser luchadores, dijo Ray Pérez, primero es tener la condición física y mental. Eso toma tiempo. Otro es el desgastante físico y el dejar a la familia solo cuando se va luchar lejos.
“También es difícil cuando ven que te lastiman, la familia se pone mal que llegue uno con lesiones o incluso que vean a uno luchando en el cuadrilátero y que te están pegando, creo que eso es lo más difícil”, expresó.
Actualmente, dijo que ser luchador profesional está mal pagado, debido a que hay muchos deportista nuevos que, con la intención de darse a conocer, malbaratan este oficio, pues incluso, con tal de que los dejen lucha en una arena, no cobran.
“Hoy hay mucho luchador que está rodando tantito y los hacen luchadores estrellas, solo porque los chavos hacen una maroma o un espectáculo ya son estrellas. Dice El Pirata Morgan: ‘son puros luchadores moleros’ que apenas luchan uno o dos veces”, opinó.
Por el momento, Ray Pérez dijo que continuará en el pancracio hasta que la vida se lo permita, ya que está consciente que la edad pasa y también ya no tiene 14 años.
“Mando un saludo a todos los luchadores de toda la República Mexicana que me conocen. Es una profesión muy noble pues entre todos los compañeros nos apoyamos. Espero estén en el homenaje del 16 de septiembre en Tepeapulco, Hidalgo, allá los saludaré”, dijo Ray Pérez.
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