PACHUCA.- María Guadalupe Morales Carrillo lleva más de 38 años preparando el tamal de bola, típico de Zacualtipán, ella es la cuarta generación en dedicarse a elaborar este platillo, que tiene demanda desde Pachuca hasta Oaxaca e incluso Estados Unidos.
Doña Lupita, como le dicen de cariño, atribuye su éxito a la recomendación de persona a persona, esa forma antigua de publicidad la ha mantenido entre las mejores tamaleras de la región.
Aseguró que ella prepara todos los insumos: pone a cocer el nixtamal, lo muele y prepara el mole de xala, una salsa de tequelite y pepita de calabaza.
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“Hay mucha competencia, pero gracias a Dios nos ha ido bien. Yo digo que no he tenido la oportunidad de pasear porque no quiero, pero mis tamales han viajado por todos lados, porque de diferentes lugares me piden, han ido a Estados Unidos, Oaxaca”, comentó.
Los conductores de combis de Zacualtipán la apoyan para entregar pedidos en Pachuca, los compradores pagan el pasaje al chofer al recoger el pedido en la base del transporte público.
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QUINTA Y SEXTA GENERACIÓN
Guadalupe hace poco estuvo delicada de salud, narró que sus hijos le pidieron que dejara de trabajar, ella aceptó, cerró su local, pero pasó algo que la hizo replantearse inculcar la tradición en las siguientes generaciones.
Dijo que los vecinos de Zacualtipán la buscaban en su casa para saber por qué ya no había tamales. Ante ese panorama, los hijos, la hija y nueras de doña Lupita tuvieron que aprender a preparar el tamal de bola y sus variedades.
“Mi hija y mis nueras son las que están aprendiendo a preparar el tamal, aunque se les dificulta todavía un poco el de bola, pero ahí van”, refirió.
Hasta la fecha nadie de su familia se ha negado a seguir con la tradición, mientras las mujeres elaboran el alimento, sus hijos y nietos lo venden en el tianguis dominical de Zacualtipán o a un costado de la carretera federal 105.
El tamal de bola de xala de Guadalupe se exhibió en la entrega de reconocimientos de Pueblo con Sabor, que la Secretaría de Turismo estatal les concedió el pasado 13 de julio.
La adulta mayor espera que la afluencia de turistas crezca y con esto las ventas, aunque la “competencia” es muy fuerte en la región, toda vez que la mayoría de las familias se dedican a elaborar el tradicional platillo.
Sin embargo, dijo, ella prepara el tamal de forma artesanal. Prepara el nixtamal, lo muele, prepara el fogón con leña y en ocasiones con gas, lo que le lleva de tres a cuatro horas, ella busca que su platillo esté fresco y listo a las 7:00 de la mañana.
No obstante, también existen otros alimentos que “ponen en alto el nombre” del municipio, como el zacahuil, la chilaca, el pan, el queso, entre otros antojitos.
COMIDA PARA LA GUERRA
Guadalupe recordó que su bisabuela, quien falleció a los 105 años de edad, le contaba historias del tamal de bola.
Empezó cuando las mujeres preparaban los tamales a los hombres que estaban en la guerra, la envoltura les permitía trasportarlos y comerlos.
Desde entonces, la preparación de estos fue pasando de generación en generación hasta llegar a ella, su abuela le enseñó el arte de preparar este platillo típico de Zacualtipán, el cual les dio la oportunidad de poner un negocio propio.
Ahora es el turno de que Lupita le enseñe a sus nueras e hija la tradición familiar y seguir expandiendo su negocio fuera de Hidalgo.
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