PACHUCA.- Martina García Cruz, indígena Hñähñu del Valle del Mezquital, recibió la presea Pedro María Anaya 2021, por la elaboración de bordados de alta calidad y por innovación en los diseños y textiles.
La indígena de 80 años sabe que su trabajo es único y que cada una de sus piezas lo vale, que no tiene que vender a precio de risa.
Desde la tribuna del Congreso de Hidalgo, donde recibió la presea les dice a los artesanos que tomen consciencia de que su esfuerzo es el de un verdadero artista.
Nuestro trabajo no es caro, es costoso”.
"EL TELAR DE CINTURA ERA MI DESTINO"
Martina nació el 24 de febrero de 1941 en la comunidad El Mejay, municipio Chilcuautla; vivió su niñez como cualquier niña del Valle del Mezquital: con responsabilidades de adulto, pues desde muy pequeña apoyó a su familia en los quehaceres domésticos y en las actividades del campo, como el pastoreo.
Debido a que la única escuela primaria se encontraba lejos de casa, además de que sus padres no tenían los recursos necesarios para enviarla a ella y a sus siete hermanos, Martina no tuvo formación escolar.
Sin embargo, a los 12 años se encontró con el telar de cintura a través de Margarita Hernández, una comisionada por el Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital, quien llegó a la comunidad El Mejay para enseñar a las mujeres diferentes oficios.
La instructora traía consigo un telar de cintura que Martina aprendió a usar mediante la observación, así fue como la hoy galardonada aprendió a urdir, preparar el telar y a tejer hermosas figuras.
Tanto le llamaron la atención las figuras que podían hacerse con cientos de finos hilos, que Martina tomaba el telar a escondidas, se lo ataba a la cintura, y comenzaba a tejer sin que nadie la viera”, expresó la diputada local Corina Martínez García.
Su institutriz se sorprendió de lo rápido que Martina avanzaba en su telar, y aunque el acabado y la calidad eran bastante buenos para una principiante, ella sabía que ese no era su tejido.
Tejer empezó por curiosidad, luego se convirtió en un pasatiempo y más tarde fue su medio de subsistencia y ahora es parte de su ser.
Me encontré con el telar de cintura porque era mi destino, de otra manera no imagino mi vida”, dijo Martina.
EN SU TIENDA NO SE REGATEA
Tras 68 años de usar el telar de cintura, este 2021 Martina inauguró su tienda Artesanías Domitzu, la cual representa la materialización de esfuerzo y trabajo; ahora es apoyada por sus hijas y da trabajo a otras artesanas.
En su tienda de artesanías hay artículos de alta calidad originarios del Valle del Mezquital, que cubren las expectativas de compradores exigentes, pero donde no se regatea.
“NO QUIERO QUE LA TÉCNICA SE MUERA CONMIGO”
La artesana imparte cursos de telar de cintura a quien quiera aprender y desde muy joven ha capacitado a habitantes de diferentes comunidades del Valle del Mezquital.
Es mi manera de dar gracias por todo lo que el telar de cintura me ha dado. Además, yo ya estoy vieja y no quiero que esto se muera conmigo. Ojalá más personas quisieran aprenderlo, pero no quieren porque a veces la artesanía no se paga como debiera”.
A nivel nacional ha recibido un sinfín de reconocimientos y premios, el más apreciado para ella es el que le otorgó de la Fundación Banamex, que le valió un espacio en el libro Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano. También ha obtenido primeros lugares en diferentes años del Gran Premio de Arte Popular.
La condecoración le fue entregada a Margarita Hernández en el Congreso de Hidalgo, en donde se dieron cita diputados y el secretario de Educación Pública de Hidalgo, Atilano Rodríguez.
Fotografías cortesía Congreso Hidalgo y Artesanías Domitzu
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