ZIMAPÁN.- “En Zimapán, sino no te mueres de sed te mueres por el cáncer. Aquí, el agua es vida y muerte a la vez, aunque hay escasez todos los días el líquido abunda en las minas, pero no se puede tomar… cómo decirle, está envenenada por tanto metal”.
Así lo expresó José Pérez, habitante de Zimapán, quien se dedica a la venta de helados en el centro del poblado, enclavado en las montañas de la Sierra Gorda de Hidalgo, cuyas tierras son explotadas por las mineras desde hace siglos.
El agua potable llega a las viviendas a través de la red hídrica pública los martes y viernes, pero por un lapso de dos a tres horas. En ese tiempo, Marisela Rodríguez, otra habitante de la cabecera municipal, aprovecha para llenar tinacos, piletas y botes.
Ambos lugareños muestran resentimiento por la decisión que tomaron hace más de una década autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y del gobierno de Zimapán: enviar agua limpia de la comunidad Xajhá al estado de Querétaro.
Para ser exactos mil 700 litros de agua por segundo, sin que las comunidades otomíes obtengan beneficio alguno. Aunque hay dos opciones que entrevén los habitantes, al igual que María del Carmen Lozano Moreno, diputada local del distrito I, con cabecera en Zimapán, uno de los seis Pueblos Mágicos que tiene Hidalgo:
Que las autoridades federales, estatales y municipales hagan los proyectos necesarios para extraer agua saludable de los mantos freáticos puros del municipio o que el agua natural que fluye en abundancia de las minas sea encausada, previamente, con un proyecto de tratamiento especializado para retirar los metales pesados.
La Silla Rota Hidalgo visitó este municipio así como una parte de la minera Carrizal Mining SA de CV, donde se constató que existe agua en abundancia, la cual, de forma natural trae metales pesados, producto del escurrimiento de la lluvia hacia el suelo de esa zona que contienen, principalmente, arsénico y plomo.
“DA IGUAL SI LLUEVE O NO, NO TENEMOS AGUA”
Pese a que a principios de este año hubo sequía, la temporada de lluvias fue generosa para esta región de la Sierra Gorda de Hidalgo, los aguaceros recargaron los mantos acuíferos del municipio, pero no llega más agua a los habitantes.
En el centro de Zimapán, el agua que es suministrada a la población proviene de las comunidades La Cruz y San Miguel Tetilla. Hay otras localidades donde utilizan burros para extraer líquido que ocuparán para la semana, comentó Marisela Rodríguez.
Esa agua solo la utilizamos para regar plantas, trapear o lavar, no nos arriesgamos a tomarla ni dársela a los animales, no nos exponemos. Desde hace tiempo sabemos que el agua tiene arsénico de forma natural, por eso se han enfermado muchas personas aquí”, dijo la mujer de 62 años en entrevista.
Ante la falta de una respuesta clara de las autoridades federales, estatales y municipales, para paliar el problema de desabasto, los habitantes ven como solución la extracción de agua que se filtra en las minas, sin embargo, está contaminada.
Pero podrían ser tratadas con tecnología para hacerla potable, según nos informaron que hay esa posibilidad. Pero por lo mientras, aquí optamos por comprar pipas, aquí siempre batallamos por el agua, da igual si llueve, nunca llega más”, indicó la vecina.
PROGRESO DE QUERÉTARO, GRACIAS A ZIMAPÁN
Durante la administración 2006-2009, que encabezó el exalcalde Eusebio Aguilar Franco, emanado del PRI, se autorizó el envío de agua limpia al estado de Querétaro, con la venia de la Conagua.
Esta agua es enviada mediante 36 kilómetros de tubería de Zimapán a Querétaro, del manantial El Infiernillo, que se ubica en la comunidad indígena del Xajhá, la cual, no ha recibido ninguna retribución.
De acuerdo con la diputada Carmen Lozano, los últimos diez años de progreso que ha tenido Querétaro, se lo debe a Hidalgo, específicamente a Zimapán, que ha suministrado de agua a industrias.
Buscamos que esto sea equitativo, por eso vamos a pedir a la Conagua y a quien sea necesario que nos apoyen con recurso e ingeniería, para poder encausar agua saludable a la población”, expresó la legisladora, quien como habitante de Zimapán, también, padece de este problema.
“NOS DIERON UNOS TANQUES Y PIPAS”
Marisela Rodríguez recordó que cuando se les informó que el agua se la llevarían a Querétaro, las autoridades de la Conagua donaron a Zimapán contenedores gigantes para almacenar agua y diez pipas.
Con estas pipas iba a estar rellenando esos tinacos, pero, resulta que el presidente Ortiz solo aceptó la mitad (cinco pipas) bajo el argumento que su mantenimiento iba a costar mucho al municipio”, expresó la vecina quien se dedica al comercio en el centro.
Lo justo hubiese sido que esa infraestructura para llevar el agua a Querétaro, se hubiese hecho para traerla al centro de Zimapán, pues “el agua que aquí tenemos de toda la vida, naturalmente tiene arsénico, pues vivimos en un pueblo que es minero, construido de rocas, la contaminación nos llega de las minas”, aclaró.
PIDEN REFORESTAR LA ZONA
Desde la época de la colonia, los españoles se asentaron en esta zona tomando como esclavos a los nativos para extraer minerales, acabaron con una importante extensión de árboles, pues la madera se utilizaba para obtener los metales.
En Zimapán vivimos muchas injusticias y hasta el momento no vemos un apoyo real, tal parece que nos menosprecian. Recuerdo que pretendieron poner un basurero toxico a seis kilómetros de la cabecera municipal, además, llevamos tres sexenios esperando a que se termine de construir un hospital que tanta falta nos hace, pues aquí la gente se enferma de cáncer por el agua contaminada”, dijo Marisela Rodríguez.
Fue en el gobierno del exalcalde José María Lozano Moreno que se logró frenar la instalación del basurero tóxico a través del Movimiento Todos somos Zimapán, que se conformó a principios de la década pasada.
El hospital de Zimapán está como un elefante blanco. Pues se inició cuando estuvo de gobernador Miguel Ángel Osorio Chong, de ahí le siguió Francisco Olvera y ahorita Omar Fayad… no han hecho nada. Ahorita con la pandemia, el presidente Obrador ordenó al Insabi que utilizaran las instalaciones para los enfermos de Covid, pero como ya se acabó, lo volvieron a cerrar”, dijo.
EL AGUA POTABLE LA COMPRAN EN GARRAFÓN
El agua que consumen la obtienen comprando garrafones a purificadoras. Los vecinos no arriesgan su salud. Cada garrafón de 20 litros cuesta entre 13 y 15 pesos, aunque en tiendas estos oscilan entre 40 y 50 pesos.
Al mes pago más o menos 200 pesos por el servicio de agua pública, que como le digo es insuficiente. Hay algunos vecinos que han optado por ya no pagarle al ayuntamiento, y mejor comprar pipas de 2 mil litros que salen como en 500 pesos”.
Para cocinar y beber, los habitantes usan el líquido que compran en garrafón. Mientras, el agua que llega de las tomas es solo para trastes, ropa y bañarse.
HAY UNA DEUDA HISTÓRICA CON ZIMAPÁN
Al respecto, la diputada Carmen Lozano insistió que se tiene que saldar esa deuda histórica con este pueblo minero, geográficamente construido en una zona donde abundan roca ‘sino pirita’ que cuando llueve, el arsénico se va a los mantos freáticos.
Es un tema de salud pública en el cual, las autoridades e instituciones como salubridad nos han pedido que no consumamos ese tipo de agua. Tuvimos un acercamiento con un empresario minero, representante legal de Carrizal Mining SA de CV, quien nos permitió hacer un recorrido en sus instalaciones para ver el venero de agua que hay, es bastante y generoso”, dijo la legisladora.
Por ello, desde el Congreso local buscará la posibilidad de que se pueda encausar esa agua, con su debido tratamiento, para el aprovechamiento de los habitantes de la cabecera municipal y otras comunidades.
Vamos a tener ese acercamiento con químicos e ingenieros hidráulicos para que ellos nos puedan hablar de presupuestos. Sé que esto es costoso, pero más costosa es la salud e integridad de nuestros vecinos y vamos a tocar las puertas correspondientes, viendo las posibilidades, como el manantial del Infiernillo (de donde se llevan el agua a Zimapán”, concluyó.
HAY AGUA EN ABUNDACIA… EL RETO ES EXTRAERLA
Personal especializado de la empresa Carrizal Mining SA de CV dio un recorrido a La Silla Rota Hidalgo por el túnel del Lomo de Toro (el cual tiene más de 100 años de construcción) por donde transportan en camiones el material rocoso a la planta de procesamiento, indicaron que este proyecto es noble, pero resultaría costosa la extracción del líquido.
El agua, tanto del túnel como de la mina, sale de la piedra. Es un proceso natural producto del escurrimiento de las lluvias en las montañas. Prácticamente, aquí todo el año hay agua y para evitar anegaciones, dentro de las minas, se hacen bermas (canaletas o calzadas) que dirigen el líquido hacia un punto de salida del yacimiento”, expresó un ingeniero.
El Túnel del Lomo de Toro se ubica arriba de la mina Carrizal. Tiene una extensión de ocho kilómetros, que lleva directamente a la planta donde se realizan los procesos de trituración y molienda de la piedra para sacar cobre, plomo y zinc.
El agua que sale de la mina no está contaminada por nosotros, porque no estamos trabajando en esas áreas. Lo único que hacemos es darle un cauce para que salga de las minas y siga su rambla natural hacia los ríos”, indicó.
Esta contaminación es porque al filtrarse en las montañas se mezcla con muchos minerales, entre ellos arsénico y plomo, lo que hace imposible que se utilice para el consumo humano.
Sin embargo, al darle cause afuera de la mina, se da un proceso de decantación natural: los metales pesados se van filtrando una vez que el líquido fluye entre la tierra y piedras del entorno. Es un método físico que separa las mezclas heterogéneas, restando los minerales o sólido de un líquido de diferente densidad.
Cuando le damos cause al exterior de la mina, el agua hace una decantación natural. Esta baja en un río que llega a la comunidad de Las Adjuntas; en ese camino se va limpiando, pues su decantación empieza desde que cae, sin embargo, esta sigue siendo grisácea”, explicó el trabajador de Carrizal Mining.
¿CÓMO SE TRANSPORTARÍA?
San Felipe es la comunidad más cercana a esta zona, desde ahí se podría mandar el agua al centro de Zimapán. Sin embargo, el proceso de extracción es complejo y requiere una millonaria inversión.
Se requiere de una perforación en línea recta a la piedra del cerro de El Lomo de Toro. Desde ahí se tendría que ingresar la tubería y el sistema hidráulico para sacarla a través de bombas gigantes.
La gravedad no ayuda para bombear el agua, pues no aguanta cualquier tipo de bomba. Se necesitan unas muy grandes y, las que venden, se costean en dólares. Además, hay que tomar en cuenta que estas requieren electricidad y mantenimiento y eso implica otro gasto y reto”, explicó el ingeniero.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) podría instalar líneas eléctricas con 440 voltios, utilizado para las grandes industrias.
UNA PLANTA TRATADORA
Otros proyectos que se requieren son la elaboración de estudios químicos para determinar el tipo y grado de minerales que tiene el agua. Además, se tendría que instalar una planta tratadora.
La Silla Rota Hidalgo buscó a las autoridades de Zimapán, que encabeza el presidente municipal emanado del PAN, Alan Rivera Villanueva, sin obtener una respuesta favorable para abundar a este trabajo periodístico.
sjl