PACHUCA.- La construcción de la autopista de cuatro carriles Real del Monte-entronque Huasca afectará permanente el ecosistema del Corredor de la Montaña. De acuerdo con el Manifiesto de Impacto Ambiental Regional (MIA-R) de la obra se perderán de manera definitiva 21.18 hectáreas de bosque de encino, oyamel y mixto; la superficie vegetal que será removida y talada equivale a 29.66 veces el área que abarca el estadio Hidalgo, la sede del equipo de futbol de los Tuzos del Pachuca.
La tala de árboles y la remoción de superficie vegetal ya es visible en la carretera federal 105, antes del entronque que conduce al pintoresco centro de Huasca. Ahí, enormes árboles descansan sobre ramas y troncos de otros árboles talados. Al fondo, tres trascabos rascan un agujero enorme para colocar los cimientos de la nueva autopista.
Aunque las obras empezaron en octubre de 2022, el proyecto se elaboró y aprobó durante el tercer año de gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, de acuerdo con la versión pública del Procedimiento de evaluación de impacto ambiental, oficio SGPA/DGIRA/DG/06351.
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Ese documento revela que en las 21.18 hectáreas de terrenos forestales que se perderán de definitivamente habitan 23 especies de flora y fauna amenazadas o con protección especial, de acuerdo con la NOM 059-SEMARNAT-2010, que identifica y registra las especies del país en peligro de desaparecer.
El oficio también señala que el municipio Mineral del Monte determinó que el proyecto no era viable debido a los daños permanentes a especies de crecimiento lento; mientras que los gobiernos de Omitlán y Huasca no fueron consultados. Además, la Semarnat Hidalgo, entonces dirigida por Honorato Rodríguez Murillo, omitió una opinión técnica que le requirió la Secretaría de Medio Ambiente federal.
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Pese a al rechazo de la alcaldía de Mineral del Monte, sin la consulta de los gobiernos municipales de Omitlán y Huasca, así como la omisión de la Semarnat Hidalgo, entonces a cargo de Honorato Rodríguez Murillo, el gobierno federal aprobó la MIA-R de la autopista Real del Monte- entronque Huasca a cambio de cuatro condiciones.
¿De qué se trata?
El procedimiento de evaluación, oficio SGPA/DGIRA/DG/06351, señala que es una obra de gobierno federal pasa por los municipios Mineral del Monte, Omitlán de Juárez y Huasca de Ocampo, contempla un impacto indirecto de mil 476.283 hectáreas, el área de impacto directo considera 40.094 hectáreas, de las cuales, 21.18 son terrenos forestales.
Se estableció un costo de construcción de 2 mil 603 millones 40 mil pesos. El tiempo de ejecución de la obra es de 48 meses y tendrá una funcionalidad no menor de 25 años. Forma parte de la autopista federal Huejutla-Pachuca, subtramo Mineral del Monte-Huasca, empieza en el Distribuidor Turístico de la Montaña y termina en el entronque San Miguel Regla, kilómetro 20+357 de la vía federal 105.
El trazo de 10.02 kilómetros constará de la construcción de dos entronques a desnivel, cuatro túneles y seis viaductos. Lo túneles pasarán por las localidades San Felipe, Santa Elena y Vicente Guerrero. Los viaductos, que son carreteras elevadas, están tarazados sobre las localidades Los Manzanos, Las Canteras, Las Carolinas, Santa Elena y Vicente Guerrero.
La construcción de cuatro carriles requiere de una extensión de 24 metros de ancho, mientras que el derecho de vía se trazó en 60 metros. El proyecto incluye la construcción de 31 obras de drenaje menor.
El estado de Hidalgo cuenta con dos instrumentos legales que reglamentan las políticas de construcción de todo tipo, para el caso de la carretera se consideraron: el Programa de ordenamiento ecológico de la región Valle-Pachuca Tizayuca y el Programa de ordenamiento ecológico territorial del estado de Hidalgo.
De un sexenio a otro
El plan se concretó en el último año de administración de Francisco Olvera. El 18 de septiembre de 2015 fue autorizado el trazo de 10.02 kilómetros del subtramo carretero Real del Monte- entronque Huasca, que implica la pérdida permanente de 21.18 hectáreas de bosque de encino, oyamel y mixto, distribuido entre Mineral del Monte, Omitlán de Juárez y Huasca de Ocampo.
El documento fue firmado por Alfonso Flores Ramírez, entonces director general de Impacto y Riesgo Ambiental de la subsecretaría de gestión para la protección ambiental, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La solicitud de la obra fue promovida por Patricio Javier Vela Anaya, director de liberación del derecho de vía, de la dirección general de desarrollo carretero, de la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Para el trámite, la SCT presentó un Manifiesto de Impacto Ambiental Regional, debido a que abarca a tres municipios: Mineral del Monte, Omitlán y Huasca, que fue elaborado por la empresa Biología Integral en Impacto Ambiental S.A. de C.V., a cargo del biólogo Jorge Mauricio García Salazar.
El 12 de mayo de 2015, la dirección de liberación del derecho de vía solicitó a la Semarnat Hidalgo su opinión técnica sobre el proyecto, pero la instancia estatal no contestó; en ese entonces Honorato Rodríguez Murillo era el secretario de Medio Ambiente.
La dirección también consultó al gobierno municipal de Mineral del Monte, oficio SGPA/DGIRA/DG/03337. El 22 de mayo de 2015, el municipio respondió que el proyecto era inviable por los daños permanentes a especies de crecimiento lento y a la valoración inadecuada de la diversidad de la región, oficio MMM/PM/0104/2015, pero la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) determinó que la valoración sí era adecuada y desestimó la postura del municipio.
Además de Olvera Ruiz, las siguientes autoridades de Hidalgo fueron notificadas: el exsecretario de Medio Ambiente Honorato Rodríguez Murillo; los exalcaldes de Mineral del Monte y Omitlán Camilo Nava Rosales y Juan Carlos Zarco Cruz, respectivamente; así como los delegados estatales de Profepa y Semarnat Mario Alberto Viornery Mendoza y el finado Federico Vera Copa.
El 27 de enero de 2017, el comité de transparencia de la SCT aprobó la versión pública del procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental Regional, que tiene número de oficio SGPA/DGIRA/DG/06351.
Durante el gobierno de Omar Fayad Meneses hubo un giro inesperado. En 2015, el costo de la obra se había calculado en 213 mil 703 millones de pesos, para 2019 se encareció a 2 mil 603 millones 40 mil pesos. En el esquema de financiamiento público-privado, el gobierno estatal iba a aportar 700 millones de pesos y una empresa privada iba a invertir el resto del dinero a cambio de cobrar peaje durante tres décadas.
Pero el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador determinó que la autopista sería una obra pública, con lo cual, se canceló el plan de concesionarla 30 años, como había planeado inicialmente la administración de Enrique Peña Nieto; también hubo una variación en la extensión del tazo, disminuyó de 10.02 kilómetros a 9.4.
El caso se remonta al 7 de agosto de 2019, el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) autorizó entregar al gobierno de Hidalgo 15 millones de pesos para contratación técnica, legal y financiera para el otorgamiento de la concesión de la autopista y un apoyo no recuperable por 700 millones de pesos.
Entre el 15 y 20 de noviembre de 2019, el titular de la Secretaría de Comunicación y Transportes, ya con sus nuevas siglas (SICT), Javier Jiménez Espriú, y Omar Fayad suscribieron un convenio de coordinación para concluir y formalizar contratos de promesa de compraventa de la liberación de derecho de vía.
El 12 de marzo de 2020, el gobierno estatal publicó la licitación APP-913005997-E4-2020, para la adjudicación del proyecto de asociación público-privado, por la cual, se concesionaría a 30 años la autopista de peaje Real del Monte-entronque Huasca, pero el 17 de agosto la declaró desierta.
Para el 21 de septiembre de 2020, Oficio No. SOPyOT-DGEyP-0992/2020, la pasada administración estatal pidió a Fonadin aumentar el presupuesto de 700 millones de pesos a mil 100 millones, argumentó que el mercado no estaba dispuesto a correr riesgos; transcurrían los primeros meses de la pandemia de covid-19. El Fonadin aceptó el cambio de cifras.
25 de junio de 2021, Oficio No 3.-081, la SICT comunicó al estado de Hidalgo que el presidente Andrés Manuel López Obrador determinó que la autopista se ejecutara como una obra pública, ya no sería de peaje como se había dispuesto durante la administración de Peña Nieto.
Jaloneo por el dinero
El 3 de enero de 2022, oficio 3.-003, la SICT pidió al gobierno de Omar Fayad el reembolso de mil 100 millones de pesos que le había transferido. El 8 de febrero, oficio DCF/402000/002/2022, Fonadin comunicó que la administración estatal no había hecho la transferencia.
Es hasta el 4 de marzo de 2022, durante una reunión del Comité Técnico del Fonadin, acta CT/1ªORD/04-MARZO-2022/VIII-B, en la que se formaliza el otorgamiento de mil millones de pesos de la administración estatal a la SICT.
En esa reunión, funcionarios de Hidalgo se comprometieron a coadyuvar con SICT para efectuar trámites ante la Semarnat para cambio de uso de suelo en terrenos forestales, así como con modificaciones pertinentes en la Manifestación de Impacto Ambiental Regional, contenida en el oficio SGPA/DGIRA/DG/06351, de fecha 18 de septiembre de 2015.
Los acuerdos de la reunión fueron firmados el 30 de junio de 2022 y publicados el 12 de agosto del mismo año en el Diario Oficial de la Federación (DOF). En la reunión participaron Omar Fayad, Simón Vargas Aguilar y José Ventura Meneses Arrita, quienes ostentaban los cargos de gobernador y secretarios de Gobierno y Obras Públicas, respectivamente; también, participaron funcionarios federales que todavía siguen en funciones.
Un mes después de que empezó el actual gobierno de Hidalgo, inició la primera etapa de la construcción de la carretera Real del Monte-entronque Huasca.
Una autopista más amplia
Carriles demasiado pequeños para el tránsito de camiones de carga, inexistencia de carriles de rebase y saturación de vehículos los fines de semana y en temporadas vacacionales son los argumentos con los que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ahora SICT, justificó la construcción del subtramo carretero Mineral del Monte-entronque Huasca.
La vía forma parte de la carretera federal 105, que va desde Pachuca a Veracruz y Tampico, el subtramo es coloquialmente conocido como el Corredor de la Montaña, conecta a los pintorescos y cada vez más turísticos pueblos Mineral del Monte, Omitlán y Huasca.
Los estragos ecológicos de la obra son perceptibles a lo largo del camino, donde los árboles y vegetación han sido arrancados con maquinaria, dejando los cerros rasurados. Trafitambos, trabajadores de la construcción, maquinas, troncos rotos, anuncio de venta de terrenos y cintas de advertencia son el paisaje habitual desde hace un par de semanas.
De acuerdo con el Manifiesto de Impacto Ambiental Regional (MIA-R), la carretera es necesaria para agilizar el traslado de bienes y servicios, permitir el tránsito de camiones de carga, el rebase de vehículos y aminorar el tráfico los fines de semana y en periodos vacacionales.
El desarrollo de infraestructura implica la pérdida definitiva de 21.18 hectáreas de suelo vegetal, bosque de encino, oyamel y mixto; la pérdida de la capacidad de infiltración del suelo en 21 hectáreas, incremento de la fragmentación del ecosistema, barreras de desplazamiento de la fauna silvestre, así como afectación de vegetación y animales en riesgo de extinción.
El territorio es hábitat de siete especies protegidas por la NOM 059-SEMARNAT-2010, que lleva un registro de flora y fauna en riesgo de desaparecer. Estas especies son: cedro blanco, cucharilla, biznaga cabeza aurea, flor de hielo, el pájaro Chipe de Tolmie, la ardilla de Peter y lagartija escamosa de mezquite.
Además, el trazo carretero pasa por dos Unidades de Gestión Ambiental (UGA) que prohíben la apertura y/o construcción de carreteras, el desprendimiento de la cubierta vegetal y el cambio de uso de suelo que implique eliminación de cubierta arbórea fuera de los centros de población.
Las UGA’s sirven para regular el desarrollo en relación con la disponibilidad de los recursos naturales, lo cual reglamenta el Programa de ordenamiento ecológico territorial del estado de Hidalgo.
De acuerdo con esa normativa, en las UGA’s I y V queda prohibida la construcción de carreteras en suelo forestal, a excepción de que el proyecto presente un Manifiesto de Impacto Ambiental y que este sea autorizado.
Reforestación y condicionantes
Para la construcción de la autopista Real del Monte-entronque Huasca, la entonces SCT ahora SICT presentó un Manifiesto de Impacto Ambiental Regional (MIA-R), que fue autorizado por la dirección general de impacto y riesgo ambiental en 2015 (oficio SGPA/DGIRA/DG/06351) a cambio de seis condiciones.
La primera condición fue actualizar el Programa de reforestación elaborado por la dirección SICT. Inicialmente preveía replantar 1.517 hectáreas, pero la DGIRA determinó que no compensan la superficie afectada, que es de 21.18 hectáreas. El plan debe tener imágenes satelitales en las que se muestren las coordenadas de las superficies a reforestar.
Actualizar el monto de 13 millones 249 mil 991.45 pesos presupuestados para el Plan de Manejo Ambiental, el Programa de protección de suelo, Programa de rescate y reubicación de fauna y el Programa ampliado de reforestación.
La segunda condición es la elaboración de una propuesta de pasos de fauna. El plan original preveía que los animales atravesaran la vía por tubos de drenaje. La DGIRA determinó que el nuevo proyecto incluya el diseño de pasos de fauna, programa de verificación, imágenes satelitales y seguimiento de que los pasos de fauna son utilizados por los animales, así como fotografías de apoyo.
La tercera condición es que la obra incluya el establecimiento de un cerco vivo con especies nativas en los costados de la vía, que sirva de barrera sonora y para disminuir el efecto paisajístico que ocasionará la obras.
La cuarta condición es que la dirección general de desarrollo carretero se compromete a cumplir todas y cada una de las mitigaciones y compensación que propuso en la MIA-R, las cuales, según la evaluación de la Dirección General de Impacto Ambiental (DGIRA) son viables.
Quinta condición, que la Semarnat podrá exigir otorgamiento de seguros o garantías en el caso de que la obra se efectúe en hábitat de especies en peligro de extinción, como es el caso de la autopista Real del Monte-entronque Huasca, por lo que deberá presentar un estudio técnico-económico que respalde los costos de la realización de las estrategias de control, mitigación y compensación ambiental, que incluya un desglose del monto por anualidad.
La sexta condición es que, durante la construcción del proyecto carretero, la SICT va a presentar ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informes de cumplimiento de términos y condicionantes, acompañado de bitácoras, descripción de actividades y anexos fotográficos del plan de manejo ambiental, el Programa de acciones de protección de suelo, el Programa de rescate y reubicación de fauna y el Programa de rescate de flora silvestre.
sjl