HACIENDAS DE GUANAJUATO

La ex Hacienda El Capulín en Silao luce como nueva después de 200 años

Esta ex hacienda guanajuatense no sólo se ha mantenido casi intacta, sino que luce renovada y convertida en un lugar para la realización de eventos especiales

Créditos: Especial
Escrito en GUANAJUATO el

Silao.- Son cerca de 500 las haciendas las que fueron construidas durante la época de auge minero en Guanajuato, muchas de las cuales se encuentran en ruinas, aunque no son pocas las que fueron rehabilitadas y muestran actualmente todo su esplendor colonial.

Entre las que lograron salvarse del paso del tiempo y abandono se encuentra una de las más antiguas de la región: La ex Hacienda El Capulín, en Silao.

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Lo que fuera la casa grande, que data del siglo XVIII (Alrededor de 1800), con más de 200 años de antigüedad, se ha mantenido intacta y aún conserva muchísimos detalles de la época colonial que le dan un toque lleno de tradición y estilo, ya que actualmente luce renovada y convertida en un lugar para eventos especiales, como bodas o reuniones importantes.

Se cuenta que los primeros pobladores, de origen español, le pusieron el nombre del Capulín, pues el origen del nombre proviene de una de las haciendas más antiguas que existieron en México, La Hacienda El Capulín, esa hacienda tuvo su máxima producción en el siglo XVI y lleva ese nombre porque ahí había muchos árboles llamados capulines, los que actualmente han desaparecido casi en su totalidad.

La majestuosa casona se encuentra por la carretera libre Silao-Guanajuato, en la comunidad del Capulín kilómetros 25 (8.6 kilómetros al este de Silao) y actualmente cuenta con un salón, pista de baile, jardín carpa y estacionamiento, con amplios espacios como para recibir hasta a 2 mil personas.

Desde el año 2016 se encuentra convertida en un complejo de lujo, combinando su herencia histórica con comodidades modernas, con espacios para eventos, una cava de rones y un museo que exhibe obras del Maestro José Chávez Morado, además de contar con amenidades como club de pádel, alberca, hotel y restaurantes. 

Lo cierto es que, esta hacienda, al igual que otras que se encuentran en el estado de Guanajuato, han sido preservadas y protegidas del paso de los años, lo que no ha sucedido con otras muchas que lucen derrumbadas y sus ruinas sólo muestran una parte de ese pasado glorioso que tuvieron durante la época de auge minero en la entidad.

Las instalaciones

La ex Hacienda El Capulín contiene:

Una pequeña capilla que cuenta con un Cristo que data del Siglo XVII, con capacidad para 20 personas; la capilla pertenece a la Parroquia de Silao.

Cuenta con 2 Trojes (Graneros ) de adobe de 10 metros de altura que datan del sigo XVIII y ahora se usan como salones de eventos y cavas de vinos.

 Cuenta con 3 pozos de agua, de los cuales aún funcionan 2, que son los que abastecen a la ex Hacienda.

Cuenta con 8 chimeneas al 100% funcionales en diferentes áreas.

Fuentes decorativas y un salón de eventos con terraza.

Dos bodegas, una biblioteca y una cocina con decoración colonial.

Cuenta con 4 terrazas, una alberca con vista a los Jardines y áreas de oficinas.

Cuenta con dos accesos por la Carretera Libre Guanajuato-Silao y un espacio para 100 lugares de estacionamiento.

Sala y comedor muy amplios con techos de doble altura con vigas de madera, un estudio y un salón de juegos con sala de Tv, entre otros detalles.

Datos sobre Silao

De acuerdo con datos históricos, Silao se funda como “Pueblo de Indios” en el año de 1537, siendo su fundador Nicolás de San Luis Montañez y algunos de sus acompañantes otomíes.

Para los años 50´s. (1553 ó 1557), se vuelve a repoblar (no a fundar) con españoles, bajo la categoría de Congregación.

El pueblo fue ocupado por otomíes y posteriormente por tarascos que le dieron el nombre purépecha de “Tzinacua” o “Silagua” que significa “Lugar de Humaredas".

Durante el periodo preclásico fue ocupado por grupos ligados a la cultura Chupícuaro y posteriormente por chichimecas, y durante el periodo posclásico fue ocupado por tarascos.

Silao de la Victoria prosperó desde sus inicios debido a la demanda agrícola que ocasionaban la existencia de las minas de plata en Guanajuato durante todo el siglo XVIII.

A inicios del siglo XIX (en 1826) a la Congregación se le otorgó la categoría de Partido y posteriormente el 3 de febrero de 1833 fue elevado a la categoría de Villa.

Durante la primera mitad del siglo XIX, Silao era el principal productor para mantener las catorce mil mulas que diariamente laboraban en los interiores y exteriores de las minas, además de la crecida población, cuyos trabajos giraban alrededor de la minería.

En este contexto fue construida y funcionó la Hacienda El Capulín, que entre sus espacios guarda ese pasado de los momentos de auge minero en Guanajuato.

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