Guanajuato.- La llamada Casa de las Brujas es uno de los lugares más enigmáticos y menos explorados por el turismo, pero, ¿Qué guarda su interior? En los últimos años ha despertado el interés de quienes buscan experiencias distintas, entre el suspenso, lo paranormal y la historia oral.
A simple vista, la construcción parece una casa abandonada de cantera y adobe, con un aire antiguo que se mezcla con el deterioro. Sin embargo, su fama va más allá de lo que se ve: por generaciones, vecinos y cronistas han relatado que en ese lugar vivieron mujeres consideradas brujas o curanderas, que realizaban rituales de sanación, protección e incluso de “amarres” en la época virreinal y durante el siglo XIX.
Según versiones recogidas por cronistas locales, una de las brujas más conocidas era una mujer que se hacía llamar “Doña Toñita”, quien se decía tenía pactos con fuerzas oscuras y recibía a personas de todo el Bajío que buscaban favores imposibles. Aunque no hay documentos oficiales que lo respalden, la leyenda ha sido alimentada por generaciones a través de relatos orales, especialmente entre vecinos del barrio.
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Fue así que la casona se convirtió en una parada obligatoria para recorridos nocturnos de leyendas. Incluso se ha dicho que se escuchan lamentos, que hay marcas extrañas en las paredes y que incluso han ocurrido apariciones.
Actualmente, la casa se encuentra cerrada al público y no hay actividades formales en su interior. Sin embargo, su fachada y la historia que la rodea siguen siendo motivo de curiosidad. Algunas agencias de turismo cultural han comenzado a incluirla como parte de circuitos alternativos que recorren puntos misteriosos de la ciudad, como el Callejón del Beso, el Panteón de Santa Paula y el ex hospital de San Juan de Dios.
Quienes visitan la Casa de las Brujas lo hacen por una mezcla de atracción hacia lo desconocido y el deseo de experimentar otra cara de Guanajuato, que más allá de su arquitectura virreinal, sus túneles y sus museos, también guarda secretos que se cuentan en susurros.
¿Cómo llegar?
La casa se encuentra sobre el Callejón del Potrero, a unos minutos caminando desde la Plaza de San Roque y muy cerca del Templo de San Roque, en una zona de callejones empinados y poco transitados. Es recomendable visitarla como parte de un recorrido guiado o con precaución, especialmente por la noche, ya que no está señalizada como sitio turístico oficial.
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FN