Guanajuato.- San Miguel de Allende se caracteriza por tener grandes y antiguas casonas, pero no solo es su arquitectura lo que les da un toque especial, sino que también tienen nombre. Este se ubica en el exterior de las casas, comúnmente junto al número exterior, en una placa hecha de talavera incrustada en la cantera de la fachada. ¿Las has visto?
¿Cuál es la razón de nombrar a las propiedades?
Primero por tradición; San Miguel de Allende tiene raíces coloniales, y una de las costumbres que mantiene desde esa época es identificar las viviendas con los apellidos de la familia propietaria y el año desde el cual viven allí, o bien un nombre significativo para ellos.
Pero sin duda, el motivo principal es mantener el encanto. Para quienes viven en San Miguel es común referirse a las casas por su nombre más que por su domicilio, sobre todo ahora que muchas de esas propiedades se han convertido en hoteles, negocios o recintos.
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Algunas de las más conocidas incluso por personas de fuera, son la Casa de los Soles (hotel), Casa Canal (tiendas y galería) y la Casa del Inquisidor (propiedad antigua). Sin embargo, basta con dar un paseo para conocer el nombre de muchas propiedades más.
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Con el paso del tiempo, esta tradición ha perdurado, reflejando la identidad, la historia, la belleza y la antigüedad de San Miguel.
FN