Guanajuato.- A 35 kilómetros al norte de la ciudad de Guanajuato, por la carretera a Dolores Hidalgo, se encuentra una imponente construcción colonial que es Patrimonio de la Humanidad.
En esta finca hay un soporte que en determinada hora del día puede verse con claridad, cuando la sombra que produce el sol sobre el basamento, la figura impresionate y fantástica de un elefante, detalle que resalta con el pasto, los caminos de piedra y los muros rojizos de más de 30 metros de altura que hacen de la llamada popularmente como "Mina del Elefante" uno de los principales atractivos turísticos de la entidad, en la que se entrelazan el pasado y presente.
En la actualidad quedó transformada en una hacienda y campo de golf, de la mina sólo se conserva el imponente muro que la hace parecer una fortaleza, sujeto por columnas que semejan paquidermos.
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Cabe resaltar que el color esmeralda del campo de golf de nueve hoyos y algunas colinas de Guanajuato capital en las inmediaciones, hacen del lugar un paisaje espectacular que le brinda un aspecto majestuoso a la arquitectura colonial de esta antigua hacienda.
Es un grandioso monumento que simboliza el auge minero de la ciudad de Guanajuato y aunque muchos visitantes la identifican como la Mina del Elefante, por la forma que tienen los arcos que soportan las paredes de la construcción, su nombre oficial completo, con “apellidos”, es el de Mina de Nuestra Señora de Guadalupe Cata.
Su descubrimiento fue casi al mismo tiempo que de la Mina de Valenciana, en 1548, ubicadas en el mismo territorio.
En la actualidad, la Mina del Elefante conserva sus impresionantes muros que alcanzan los 30 metros y con una profundidad de 345 metros, y después de ser un importante centro minero, en la actualidad se ha convertido en un destino turístico ideal para eventos sociales, ya que, dada su belleza arquitectónica, en su interior y en su parte exterior se realizan distintas celebraciones en las que prevalecen las uniones matrimoniales tanto civiles como religiosas.
A un costado de la Mina de Guadalupe se encuentra la Mina de la Valenciana, el poblado minero de Santa Ana que en el siglo XVI se consolidó como el primer real de minas establecido en la conocida como Intendencia de Guanajuato y la Bocamina San Ramón, una antigua hacienda del siglo XVIII.
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