Guanajuato.- Aún hay quienes viven este día como hace cien años, de luto y con un profundo respeto por sus creencias. Tal es el caso de Ángeles Pérez, una mujer de 72 años originaria de San Miguel de Allende.
Y es que además de ser una mujer de fe, "Angelina", como la conocen en el Chorro, uno de los barrios más antiguos de San Miguel, también es fiel a las tradiciones que a la fecha le siguen dando identidad al pueblo. Por eso, a pesar de que muchos consideran estos días como una temporada vacacional, para ella no es así.
"Nadie se puede bañar, la gloria está cerrada" nos decía a mí y al resto de su familia. Tampoco nos permitía escuchar música, prender la tele o hacer alguna actividad que rompiera con el ambiente de reflexión y respeto a la fecha en la que Cristo murió, según la religión católica. Como si hubiese sido un familiar quien falleció.
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Contexto
Antaño, cuando la religión tenía una mayor fuerza en la sociedad, estas fechas se conmemoraban a modo de revivir lo que pasó durante la Pasión de Jesús. El Viernes Santo, según la biblia, fue un día que quedó marcado por la pérdida de la esperanza, pues el Mesías murió en una cruz, azotado por sus verdugos, y sin saber si de verdad podría resucitar como había prometido.
Es por eso que, aunque actualmente sabemos que lo que le sigue es el Sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección, Angelina verdaderamente cumple con el "deber ser", transmitiendo estas prácticas a sus hijos y nietos. Aunque actualmente se ha adaptado a la modernidad.
¿Cómo ha evolucionado la fe?
Si bien cuando la tecnología no estaba tan desarrollada era sencillo simplemente apagar el radio y la televisión, ya no es lo mismo. Mi abuela es la prueba de ello. La forma en la que actualmente conmemora esta fecha está muy lejos de ser tan restrictiva como antes.
No es raro verla pegada al celular, donde sigue las transmisiones en vivo de misas y rezos, pues ya no le es tan fácil salir de casa para ir a misa, a ver el viacrucis y todas esas cosas que en San Miguel de Allende se llevan a cabo. Además, cumplió con transmitir las costumbres, y actualmente somos sus descendientes quienes compartimos lo que nos enseñó.
Viernes Santo en San Miguel de Allende
A pesar del ambiente festivo y turístico que ahora caracteriza a San Miguel, la gente "oriunda" no ha perdido sus tradiciones. Cada año, el Viernes Santo, San Miguel luce vestido de morado, el color litúrgico de la temporada, y decenas de costumbres se llevan a cabo en los barrios emblemáticos del municipio.
Quizá la más importante es la del viacrucis del Santo Entierro, donde cientos de locales se reúnen para llevar a cabo una marcha fúnebre que lleva por delante un estandarte con la frase "verdaderamente era el hijo de Dios", escoltando la cripta de un Jesús muerto, simulando el camino hacia la cripta. El evento cuenta siempre con miles de espectadores, muchos de ellos turistas.
Pero también se conmemora el Santo encuentro, ese momento de la Pasión donde Cristo, cargando la cruz, levanta el rostro solo para ver a su madre y seguir con su camino hacia el monte del Calvario. La representación se realiza por fieles en el barrio del Chorro.
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Tradiciones de Viernes Santo
- Ayuno
- Evitar bañarse y el uso de albercas hasta el Sábado de Gloria
- No música ni juegos, debe guardarse luto
- Es el último día de Cuaresma, no se come carnes rojas
- Reflexión, oración, guardar luto
Y tú, ¿Cómo vives el Viernes Santo?
FN