Guanajuato.- La Casa de los Famosos ha estado en boca de todos por las conspiraciones entre sus integrantes. Pero en medio de Guanajuato, se encuentra una casona que lo hizo mucho antes.
Las tertulias en casa de la familia Allende eran un gran evento social en San Miguel el Grande. Damas de sociedad, hombres de negocios e intelectuales de la época se reunían en la casa en la antigua calle de Relox. La realidad: estas reuniones sociales eran una fachada para las reuniones que darían vida a la idea de la Independencia de México.
En medio de San Miguel de Allende, aún se puede encontrar una casona del siglo XVIII que pertenecía a Domingo Allende, hermano de Ignacio Allende.
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En la antigua calle de Relox, se puede encontrar la casona ahora conocida como la Casa de las Conspiraciones.
En dicha casona, se celebraban bailes y tertulias que en realidad eran una fachada para las reuniones que se realizaban en el sótano, donde los insurgentes conspiraban contra el gobierno virreinal y discutían las ideas que darían vida a la Independencia de México.
“En el entresuelo de esta casa, con pretexto de bailes que se daban en la sala, D. Ignacio Allende y las personas comprometidas se reunían para tratar de los medios adecuados para lograr la Independencia Nacional”, se lee en una placa que se puede encontrar hoy en día en la Casa de las Conspiraciones.
En sus inicios, estas reuniones secretas, que se celebraban en el sótano de la casona, reunían a 22 miembros: el Capitán Allende, el también Capitán D. Juan Aldama y su hermano el Licenciado D. Ignacio Aldama, D. Francisco Lanzagorta, los hermanos Luis y José María Mereles, Ignacio Cruces, Luis y Miguel Malo y Mendizábal, Joaquín Ocón, D. Felipe González, el Lic. Juan de Umarán, D. Ignacio Acosta, D. Manuel Arroyo, los sacerdotes: Manuel Castilblanque, los vicarios de la parroquia: D. Fernando Zamarripa y Francisco Olmedo y los PP. Vicente del Cerro y Casas y Francisco Primo y Terán.
¿Puedo visitar la Casa de las Conspiraciones?
La Casa de las Conspiraciones se encuentra a un costado del Jardín Principal de San Miguel de Allende, en la Plaza de las Conspiraciones, antiguamente conocida como calle Relox.
Esta casona con puertas, ventanas y balcones enmarcados en cantera, es una propiedad privada.
Se puede visitar desde el exterior, pero no es posible visitar su interior.
En 2011, su entonces propietaria Lucina Sánchez Gonzáles recibió un reconocimiento del Patronato San Miguel de Allende Patrimonio de la Humanidad A.C, “por su cuidado, su esmero y responsabilidad cívica e histórica por conservar el lugar”.
De acuerdo con la historia, Lucina heredó la propiedad de su madre, a quien se la dejaron sus abuelos, quienes la compraron en 1845 al propio Domingo Allende.
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