León.- La inauguración de la presa El Zapotillo el pasado sábado 17 de agosto, ubicada en el estado de Jalisco, ha generado polémica debido a la decisión del gobierno federal de agujerar la cortina para evitar que el agua llegue a León. La medida busca proteger a los pueblos de Temacapulín, el cual tiene 332 habitantes; Acasico con 200 habitantes y Palmarejo; de una posible inundación.
Sin embargo, esta decisión de Andrés Manuel López Obrador deja sin agua a la ciudad de León, que cuenta con más de un millón 800 mil habitantes. La inversión de miles de millones de pesos y 20 años de planificación han sido descartados por una acción política que prioriza la seguridad de pueblos con menos de 1,000 habitantes sobre la necesidad de agua de una ciudad entera.
La situación ha sido calificada de "injusta", "arbitraria" y "absurda", y se ha comparado con una hipotética decisión de Guanajuato de bloquear el flujo del Río Lerma hacia el lago de Chapala. La celebración de la inauguración de la presa con un acto público ha sido vista como una ironía, ya que se está celebrando una decisión que deja sin agua a una gran cantidad de personas en León.
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Uno de los proyectos que tampoco se ha podido concretar, del cual en varias ocasiones el gobernador Diego Sinhue ha mencionado que ha gestionado con la federación es el de ‘Agua sí para Guanajuato’, pues la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), no ha dado los permisos correspondientes para que pueda llevarse agua de la presa Solís a varios municipios, siendo León el principal.