Nos dejaron sin agua.
Desde los años noventa, hay un acuerdo de Comisión Nacional del Agua para construir la presa El Zapotillo y traer agua a León. Ese fue el plan durante 20 años. El municipio de León invirtió miles de millones de pesos para construir la presa en el río Verde (Jalisco) y traer el agua mediante un acueducto de 140 kilómetros. Pero de pronto el gobierno actual nos quitó el agua.
Es una injusticia. Una arbitrariedad. Un acción política por encima de cuestiones técnicas y de necesidades de los pueblos.
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De un plumazo, el Gobierno Federal actual decidió que León no debería tener agua de El Zapotillo, por decreto. Y este sábado 17 de agosto se inauguró la presa tras 18 años de construcción con 6 agujeros que le hicieron a la cortina para quitarle el agua a León. Agujeraron la cortina para evitar que se usen los 105 metros de altura construidos y solo podrán usarse 86 metros (justo donde están los hoyos). Con eso se evitará la inundación de los pueblos de Temacapulín (tiene 332 habitantes), Acasico (200 habitantes), y Palmarejo, y se dejará sin agua a León (con un millón 800 mil habitantes).
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Es una locura. Una acción inexplicable. Una aberración. Una decisión política por encima del estudio técnico. Se agujeró una cortina de 105 metros para dejar a León sin agua. Y todavía lo celebran con un acto público, como si hubieran hecho algo bueno.
Es como si Guanajuato dijera: ya no vamos a dejar correr el agua del Río Lerma hasta el lago de Chapala, porque afecta a los campesinos guanajuatenses. Así de necio. Así de “grillo”. Así de absurdo.
MM