Guanajuato.- Guanajuato capital se caracteriza por ser una ciudad de leyendas, con sus atractivos callejones, sus plazuelas y edificios coloniales. Una de estas leyendas es la que se narra sobre la llamada Casa de las Brujas, que tiene una fachada muy diferente a la arquitectura de la ciudad que atrae a los visitantes, y algunos de ellos no se quedan sólo frente a la casa con el simple morbo de estar en el lugar de una leyenda tenebrosa, sino que entran y se encuentran con algo espectacular que provoca admiración.
La Casa de las Brujas se encuentra a 50 minutos del centro de Guanajuato y una forma de llegar más rápido es el de dirigirse en auto por el bulevar bulevar Adolfo López Mateos, para después tomar la carretera Silao-Guanajuato. Tras recorrer 14 kilómetros se encuentra la desviación a San José, de donde se deberá tomar la primera salida a Paseo de las Presas para llegar a esta edificación que tiene un estilo único en la ciudad.
Esta casona fue edificada en 1845 por el ingeniero Luis de Silva, por encargo del empresario minero Steve Carsons, quien llegó de Holanda junto con sus 2 hermanas y su hija Susan, dándole a la construcción un estilo europeo, con techo a dos aguas; una escalinata con jardineras en ambos lados que lleva a una fuente; la entrada la adornan unos grandes ventanales.
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La leyenda es lo que más atrae a los turistas y en las redes sociales abundan las fotos, aunque en su mayoría son con la fachada vista de fondo y casi no se difunden lo que se esconde en su interior, que en lugar de causar miedo provoca admiración, por lo que en breve reseñaremos lo que hay en su interior.
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Desde la entrada luce un elegante enrejado, con una puerta flanqueada por 2 faroles redondos, hay que subir por una docena de escalones rodeados de vegetación y llegar hasta una pequeña y alargada fuente de agua de 3 niveles, adornada con 2 pequeñas columnas, a cuyos lados se encuentran 2 escalinatas que llevan hasta dos accesos de la casa.
Al ingresar por uno de los accesos hay que subir escalones y ya dentro de la casa se tendrá una visión admirable, ya que se encontrará con una zona de habitaciones y al centro un enorme jardín perfectamente cuidado.
Al subir al segundo piso, hay un amplio bar denominado El Caballo, con inmobiliario confortable y en su pardes varios cuadros de pinturas y fotografías, y una pequeña pero elegante barra. Y que da a un balcón con figuras de cantera bellamente talladas.
Y en el tercer piso, más habitaciones divididas por un patio, y en la cumbre hay un techo de dos aguas con pintura bicolor en gris y rojo. En su interior hay un espacio adaptado para realizar yoga, meditación o para acondicionarlo para alguna reunión familiar.
El lugar es rentable y a disposición de los turistas, por lo que, si llegaron frente a la fachada y pensaron en algo diabólico, ya adentro se encontrarán con algo divino.
¿Y la leyenda?
La leyenda no se sabe cuándo inició, pero se transmitió a través de varias generaciones, ya que en sus comienzos los pobladores de Guanajuato la daban como cierta, como sucede con otros relatos que se transmiten de generación en generación y, hasta la actualidad, todavía hay algunos ciudadanos que comentan que las cosas paranormales siguen ocurriendo en la fachada de la que consideran realmente como la Casa de las Brujas.
Se cuenta que en 1845 la casa fue construida por el rico empresario minero holandés Steve Carsons, para habitarla con sus dos hermanas y su única hija Susan. Tiempo después, Steve fue acusado de asesinato derivado de un pleito, por lo que se lo llevaron a prisión, dejando en manos de sus despiadas hermanas a su hija.
Se dice que las tías de la pequeña le dieron una mala vida, hasta encerrarla en una bodega de la casa, sin alimentos ni bebidas, hasta que falleció, por lo que desde entonces suceden cosas raras en ese lugar y se habla de que se aparece el espíritu de una doncella.
Esto ocurre sólo cuando hay luna llena, cuando desde una de las ventanas de la casona se asoma el fantasma de una joven, que bajo la luz de la luna invita a los caminantes a subir por los escalones para entrar a la casa.
Se dice que, al entrar, lo primero que se encuentran es a 2 ancianas al pie de una chimenea encendida y una de ellas invita, con sonrisa maquiavélica al visitante una copa de vino tinto rojo, parecido a la sangre, para después invitarlo a pasar una velada con la joven hermosa que lo invitó a pasar desde la ventana, por lo que, de aceptar, sería la última noche de su vida.
Se cuenta que los hombres que aceptan, son encerrados en el mismo sótano donde mataron de hambre a la joven Susan y son torturados y encontrados muertos al día siguiente en este lugar.
Todavía hay quienes aseguran que en esa casona se escuchan lamento ys, han visto el espíritu de una niña.
Aunque, a decir verdad, todo lo que se narra sobre esta leyenda en difícil de imaginar en lo que puede verse en su interior, sin embargo, la leyenda continúa, con lo que la Casa de las Brujas es un lugar especial para visitar por quienes lo hacen pensando en tener la experiencia de estar en un lugar donde suceden cosas casi imposibles de imaginar.
Cabe señalar que, con el transcurso del tiempo, la Casa de las Brujas ha tenido diferentes propietarios y ha sido objeto de muchas investigaciones sobre fenómenos paranormales, estudiosos y curiosos, quienes dicen haber visto luces que se encienden y apagan solas, objetos que se mueven sin explicación y susurros en la oscuridad.
Lo único cierto, es que no se ha sabido de ningún deceso de quienes entran a la casona y que adentro se respira un ambiente de paz, belleza y tranquilidad. En la actualidad se puede rentar para eventos familiares.
| Con fotos de: Funicular MX