Guanajuato.- Títeres, música, programas de televisión y lecciones de valores. Pero sobre todo, el amor de los niños de los 90’s. No, no estamos hablando de Plaza Sésamo, si no de su equivalente en Guanajuato: Los Figus.
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Los Figus se convirtieron en un ícono de la infancia en Guanajuato, brindando desde animación para fiestas infantiles, salones temáticos, cursos de veranos, shows de títeres en grandes eventos como la Feria de León y hasta su propio programa de televisión.
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En La Silla Rota tuvimos la oportunidad de conversar con Luis Parada, la mente creativa detrás de Los Figus.
Pregunta: ¿Nos pudieras platicar un poco cómo surgen Los Figus?
Respuesta: Nace en los 70’s, en una colonia a las orillas de León, como un juego.
Esto nace como un juego y sigue como un juego.
Los niños en esa época éramos de poca tele y mucha calle; el barrio, donde había más campo, más pinos, más árboles y jugábamos.
En una de esas ocasiones empezamos a hacer títeres de hilo con cascarones. Fue la pegada, porque para los niños era una novedad.
Cobrábamos un “20” de aquellos tiempos y fue un “hitazo”.
Cobrábamos un 20 y te incluye el agüita fresca (junto con el show de títeres). Se hizo la buya ahí.
En esa época éramos mis hermanos y tu servidor. Después entró otro chavo más grande que nos echó la mano: César Ojeda. Empezó a trabajar con nosotros. Éramos Gabriel, Chuy, después entra Gustavo y Pita.
Era un juego muy padre, porque luego mi mamá se suma al juego y hace las cabecitas, los títeres de manitas y de tela.
Un día estando ahí en la cochera de su casa, llega un tío de visita y me dice: “Oye, ¡qué padre! ¿Por qué no se llevan los títeres a la fiesta de tu prima que va a cumplir años?”. Y nosotros: “¡Pues órale!”. Enfrente vivía un carpintero y mi papá dijo: “Pues vamos a hacer algo profesional, algo bonito”. Y nos hizo el mueblecito de madera. Mi mamá le puso la telita. Agarramos las series de Navidad y se las pusimos.
El primer evento fue algo tan mágico. De ahí en la casa de mi tía surgió: “Vayan a lo de tu primo, vayan a lo de tu sobrino” y se corrió la voz. Imagínate, ahí se fue la cadenita de una fiesta, a otra fiesta, a otra fiesta… y ya fuimos mejorando el teatrino, los personajes, el sonido…
En esa época, mi tío nos daba 50 pesos de aquellos, fue nuestro primer pago, en el 77, y un juego de magia. Fue tan mágico que dijimos: “De aquí somos”.
Imagínate tener una infancia donde te invitan a eventos infantiles, tú siendo niño. Una fiesta tras otra fiesta, tras otra fiesta… Escuelas. ¡Era mágico! Y todavía te pagaban.
En esa época mamá era quien administraba. Y siempre con la escuela de: seamos responsables, puntuales. Aprendimos de muy chicos la esencia de servir, de sentir que vale tu trabajo, tu esencia artística, porque se fue dando como un juego.
No estudiamos para nada ni teatro, ni títeres, eso se fue dando.
Eso fue en el 77. Después pasaron obviamente más años, con más mejoras.
Yo salgo de la carrera de diseño gráfico y la tesis la aplique al grupo, que era una tesis de diseño gráfico de kids marketing: diseño de personajes, el logotipo, el concepto, y lo apliqué al grupo que ya estaba, que ya tenía años en la zona: San Pancho, León, Silao…
En los 80’s – 90’s fue la época de más impacto.
P: En los 90’s fue el gran boom, yo creo que no hay leonés de los 90’s que no nos acordemos de Los Figus. Recuerdo que tenían su programa de televisión “Figuroolas”, ¿cómo surge “Figuroolas”?
R: Nace a partir de la necesidad de talleres de verano. En esa época fuimos de los primeros talleres de verano (en León). Hicimos también talleres de invierno. Hicimos Radio Figuroolas, que duramos 4 años más 2 en TV4. Hicimos tele también, hicimos varias temporadas de televisión. Hicimos también en el periódico local, una especie de suplemento infantil que abarcaba las fiestas locales y aparte tenía actividades, en esa época en que al niño le llamaba la atención dibujar, completar, gánate unos tenis.
Con la emoción, Luis no nos lo comparte en ese momento. Pero el Show de la Magia de Figuroolas llegó más allá de la televisión leonesa, llegando incluso a transmitirse en Aguascalientes. Era un programa de televisión abierta en el convivían títeres, botargas y niños en un mismo escenario, convirtiéndose así en el Plaza Sésamo de Guanajuato.
P: Ahorita algo que comentaste me llamó mucho la atención, esta parte de inculcarle a los niños el amor al trabajo. Yo me acuerdo que los “figucuates” (los animadores de fiestas) eran precisamente chavitos. ¿De dónde surge esta idea de apoyar también a los chavos, no sólo entretenerlos?
R: Se volvió un concepto muy formativo. No educativo, formativo. En la parte de habilidades blandas, que es la parte de la socialización.
Había chavos que llegaban como: “Sí quiero y me llama la atención”, pero les faltaban las habilidades sociales, de expresión, de quitarse esa pena, ¡de aventarse! Porque los aventábamos al ruedo: “¡Ponte la botarga!” “Y tú monta”, “Y tú el inflable”, “Tú con el maquillaje”… entonces era un aprendizaje constante.
Había muchas cosas que aprendían los chavos como oficios y eso les ayuda bastante.
Como la mamá de mis hijos es maestra, ella aplicaba la parte didáctica, el control, la disciplina. Decíamos en broma: “Si te vas a morir, avisas”.
Y surgía algo muy padre porque yo creo que primero faltaban a la escuela que faltar a una fiesta. Entonces era algo muy padre, había una comunidad muy bonita. Llegamos a ser casi 20 (animadores), en una época donde había muchísimo trabajo, tanto en el salón como en los eventos de fuera.
Porque el éxito de Figus en el ambiente infantil llegó a ser tan grande que se convirtieron en ícono de las fiestas infantiles en Guanajuato. Desde fiestas pequeñas en familia, hasta eventos empresariales de cientos de personas y en la misma Feria de León, no había niño que no riera con las ocurrencias de Figoso y sus amigos. Además, llegaron a tener al menos 2 salones de fiestas propios en León, adornados con la temática de sus personajes.
P: ¿Qué paso con Figus durante la pandemia?
R: Obviamente sí nos pegó. Figus tuvo sus altibajos, como muchas empresas. La pandemia sí nos pegó: cancelaciones, el cierre de las escuelas… Pero afortunadamente seguimos terqueando y pues ahí vamos, queremos relanzar nuevamente Figuroolas, ahí viene también un festival y vienen más cosas.
P: Este festival, ¿cuándo sería?
R: Vamos a retomar la magia de hacer, pero ahora la diferencia es que va a ser familiar. Figuroolas antes era para muy niños, abarcaba preescolar y primaria. Ahora pretendemos que sea un festival de arte. Lo queremos meter con música, con plástica, con cine, con televisión… crear la magia, la fantasía y que los niños vayan creando, o mejor dicho, co-creando, con papá, con el abuelo. Que se metan a hacer títeres.
Hoy más que nunca necesitamos promover mucho la paz, el arte, la cultura y como iniciativa privada sí necesitamos que esto poco a poco vaya agarrando vuelo.
Va a ser en junio,15 y 16 de junio, en el Mercado Metropolitano.
P: ¿Dónde están Los Figus ahorita?
R: Ahorita, están en su casa dormidos (risas). Vamos a relanzar Los Figus como tal. Hay un cuento original, que son 13 Figus, 13 personajes. Ahorita los vamos a empezar a lanzar poco a poco. También los ratones. Y vienen más conceptos. Son 13 para el cuento de La Esfera Mágica, el cuento que narra el cómo vienen desde otra galaxia y que entelan en títeres para llevar un mensaje…
Los Figus no son “didactoides”, no son personajes que vienen a evangelizar, ni a decir: “Pórtate bien”. No. Eso ya va por de chanfle. Vienen a recordarnos los valores universales, pero de una forma divertida. No es ni la continuidad de los papás, ni de los maestros. Son esencias de personajes que vienen a recordar el juego, que lo bonito de la vida es precisamente lo más sencillo. Lo gratis es lo más valioso.
Así que si quieres revivir tu infancia o compartir con las nuevas generaciones a estos queridos personajes leoneses, no dudes en seguirlos en sus redes sociales. En Tik Tok e Instagram se encuentran como @losfigusoficial45.
MM