León.- Muchos aficionados a un equipo de futbol suelen mezclar el deporte con la religión y, momentos antes de que se desarrolle un encuentro, suelen persignarse y rezar ante una imagen religiosa para pedir la intercesión divina para que su equipo salga con el triunfo.
Eso debió ser una costumbre en vida de Raúl, apodado “El Cache”, vecino de Villagrán, Guanajuato, quien antes de su fallecimiento debió haber comentado que cuando falleciera adornaran su tumba con el escudo del América.
O tal vez sus familiares, conociendo de su afición, decidieron adornar la tumba donde reposan sus restos con algo representativo al equipo de sus amores, el América.
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Su familia adornó su tumba, en una ocasión por Día de Muertos, con un pequeño letrero a modo de epitafio, “Mi raza junta”, a un lado de un escudo grande del América y 2 imágenes de la Virgen de Guadalupe.
De esta forma, su familia quiso dejarle ese detalle en el Panteón Municipal de Villagrán, con lo que deseaban de alguna manera también perpetuar su afición y la pasión que siempre tuvo y que consideran que deben seguir latentes en él, pese a que su cuerpo ya no tenga vida.
Raúl era un guanajuatense que no era aficionado a un equipo de su Estado, pero igual que lo hacen todos los seguidores de los diversos clubes de futbol, mezclan el deporte y la religión al momento de saber que su equipo va a tener otro partido.
Y Raúl debió hacerlo en vida frente ante una imagen de la Guadalupana, por lo que sus familiares conservan de él ese recuerdo todavía y adornaron de esa manera ese día su tumba,
Y si hay vida después de la muerte, Raúl debe haber festejado de alguna manera, en donde se encuentre, el campeonato 14 de sus Águilas.