León.- Miguel Hidalgo y Costilla, sacerdote y militar insurgente que comenzó la primera etapa de la Independencia de México el 16 de septiembre de 1810 cuando dio el Grito en el pueblo de Dolores, la historia lo ha colocado como el Padre de la Patria del quien se tiene una imagen de cómo era, pero ¿es ese su verdadero rostro?
Vistiendo sotana, delgado, moreno, con la cabeza calva y cabello en los lados, así es como son las características físicas principales de como se conoce a Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor quien así aparece en pinturas, murales, esculturas e ilustraciones en libros y billetes pero no se sabe a ciencia cierta como era el Padre de la Patria.
Saber cómo era en realidad Miguel Hidalgo es un problema complejo pues en los comienzos del siglo XIX la única manera de preservar la imagen de alguna persona en la época de la Nueva España era por medio de un retrato (pintura) lo que solamente se hacía de las personas que tenían un lugar significante en la nobleza o un gran poder.
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Como Hidalgo no tenía un sitio significativo en el clero mexicano pues era un simple cura, no había motivo para retratarlo y al parecer nunca se hizo un retrato en vida.
A lo anterior se suma que cuando inició el movimiento insurgente, la imagen de Miguel Hidalgo se tomo como un referente y el gobierno de la Nueva España hizo todo lo posible para que su imagen no se reprodujera y hasta se prohibió hablar del cura Hidalgo.
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Versiones de imágenes de Miguel Hidalgo y Costilla
Las imágenes de Miguel Hidalgo empezaron a surgir después del movimiento independentista de México.
La primera imagen de Hidalgo es de 1823 es una ilustración que se utilizó en el “Calendario Histórico y Pronóstico Político. Por el Pensador Mexicano. Para el año bisiesto de 1824”, que publicó José Joaquín Fernández de Lizardi.
La segunda imagen del cura de Dolores es de 1826 y se publicó en el periódico El Iris, fue hecha por Claudio Linati de Prévost, litógrafo y periodista italiano, en ese entonces se dijo que se basó en el Hidalgo “real”, sin embargo, no hay datos que lo comprueben.
En 1828, se publicó otra imagen de Hidalgo, creada también por Linati y que fue muy popular pues se tomo como el verdadero rostro del Padre de la Patria, pero no hay pruebas de que lo sea en realidad, se muestra a Hidalgo portando sombrero y una espada a su costado; su tez es morena y tiene melena blanca y abundante.
En 1831 surge otra imagen de Hidalgo, una pintura creada por Antonio Serrano, ésta se encuentra en el Museo Nacional de Historia.
Miguel Hidalgo tiene una estatuilla que se hizo cuando estaba vivo, al Padre de la Patria se la habrían hecho luego de ganar la batalla del Monte de las Cruces. La creación de la figura se le atribuye a Clemente Terrazas, en la que presenta a un hombre moreno, de nariz ganchuda, rostro lleno de arrugas, lleva sombrero de copa, traje y botas de montar.
La estatuilla fue dada a conocer en 1900 y presentada como “el único retrato auténtico de Hidalgo que se conoce”, así se aseguraba en el diario El Imparcial en ese año.
Para los historiadores la más completa y confiable descripción física de Hidalgo es la del libro “Historia de Méjico”, que fue escrito entre 1849 y 1852, por Lucas Alamán, quien conoció a Hidalgo y lo describe así:
“De mediana estatura, cargado de espaldas, de color moreno y ojos verdes vivos, la cabeza algo caída sobre el pecho, bastante cano y calvo, como que pasaba ya de sesenta años, pero vigoroso, aunque no activo y pronto en sus movimientos... poco aliñado en su traje, no usaba otro que el que acostumbraban entonces los curas de los pueblos pequeños”.
Sobre lo dicho en este contexto, la pintura de Antonio Serrano es una de las que más se acerca a la descripción de Alamán.
Y la imagen de Hidalgo que todos conocemos, ¿dónde surgió?
La imagen de Miguel Hidalgo que conocemos todos y la que es la que se ha difundido más fue creada por órdenes de Maximiliano de Habsburgo, pues como su gobierno no tenía legitimidad, quiso contrarrestar eso creando símbolos patrios asociados a su corona.
La pintura de Hidalgo la hizo Joaquín Ramírez quien se vio en grandes problemas puesto que existían diversas versiones del rostro del cura de Dolores pues éste no había sido retratado en vida y para ese momento, en 1865, Miguel Hidalgo tenía más de 50 años de que había muerto.
Al no haber nada que mostrara cómo era el cura de Dolores con certeza, Joaquín Ramírez, se “inventó” la imagen de Hidalgo, al menos así lo dejó saber Guillermo Brenes en su artículo “Miguel Hidalgo a la luz del arte”.
La imagen que pintó Joaquín Ramírez es la de un hombre canoso, calvo y europeo y hasta ahora es la más aceptada de Miguel Hidalgo y el modelo de la pintura de Ramírez fue un botánico alemán, o un sacerdote francés... pero es no se sabrá con certeza.
CM