Guanajuato.- Una daga, un amor imposible y un padre violento son los elementos que definen la trama de la leyenda del Callejón del Beso que todos conocen, pero no para la inteligencia artificial, donde en su lugar hay una bruja, una boda y veneno.
Guanajuato es una ciudad llena de magia: hay momias, callejoneadas nocturnas, castillos e historias de lucha de libertad, pero también leyendas de amor. Una de las más famosas de todo México la conserva Guanajuato capital. Es la historia de un amor que no pudo ser, de la rebeldía de la juventud y el anhelo de ser libre.
Según cuenta la leyenda original, Carmen era una joven adinerada de Guanajuato a la que su padre, un hombre conservador y deseoso de riqueza prometió en matrimonio a un viejo noble español el cuál ella no amaba.
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En su corazón estaba Luis un joven y humilde minero con el que tenía una relación amorosa en secreto. Era complicado verse a escondidas, pero Luis se las ingenió. Frente al balcón de Carmen había una casa con un balcón solo a 69 centímetros de distancia, así que el joven minero decidió comprar la casa y desde entonces cada noche se encontraban ahí, debajo de la luz de la luna, para platicar.
El final es trágico. Su padre escuchó la voz de su hija y la de un hombre, así que tomó una daga y subió a su habitación y se la clavó en el corazón a su hija asesinándola. Luis no la dejó ir, sostuvo su mano hasta su último aliento y la besó.
Esta es la historia que todos conocen, pero según la inteligencia artificial, lo que en verdad pasó no ocurrió así.
La Silla Rota consultó con el ChatGPT, un tipo de inteligencia artificial capaz de responder a cualquier pregunta, “la verdadera leyenda del Callejón del Beso”, pero en la versión de este robot la trama es otra. En esta historia hay una bruja, veneno y una boda.
La leyenda del Callejón del Beso según la Inteligencia Artificial
La historia comienza en el siglo XVIII (18). Luis y Carmen eran vecinos, pero al ser Luis una persona de recursos más bajos y Carmen adinerada, la familia de ella no le permitía relacionarse con él.
Su amor era tal que se encontraban en secreto sus respectivos balcones sobre el estrecho callejón, separados solo por una distancia de 69 centímetros; hasta que un día el padre de Carmen los descubrió.
Para separarlos decidió casar a Carmen, pero la joven enamorada tenía otros planes. Consultó a una bruja que le dio un brebaje que supuestamente resolvería todos sus problemas, pero esta sustancia era veneno. Carmen no lo sabía.
El día de la boda tomó la bebida, corrió a su balcón y besó a Luis antes de dar su último aliento.
Las dos historias narran sucesos distintos, pero con el mismo desenlace trágico y la misma esencia: la de un amor joven y rebelde que lucho por existir.
PR