León.- “¡No le reclames al árbitro, que él no te reclama cuando tú la riegas!”, gritaba Mario desde la banda a sus jugadores de Segunda División, cuando estos discutían una decisión del nazareno. Era la forma del director técnico para echarle en cara al silbante, de forma indirecta, un fallo erróneo.
Era Mario Ayala Valentín, genio y figura. Llegó como jugador al León, procedente del América, y además de su habilidad en la defensa, dura pero limpia, fuera de las canchas era un tipazo que sabía hacer amigos. Por eso su muerte, este domingo 22 de octubre conmovió al gremio futbolístico, a la afición y a todos quienes lo conocieron. Sus vecinos en Las Bugambilias se dijeron sorprendidos cuando su hijo Mario Alberto “Mabe” publicó el fallecimiento en redes sociales: “Apenas lo vi en la semana y nos saludamos”, dijo uno de los habitantes de la calle Yaquis Poniente.
Y si con los árbitros era tajante pero respetuoso, con sus jugadores la cosa no era diferente, aunque sí se permitía excepciones; una de las más famosas era cuando uno de sus delanteros fallaba: “¡Bien alejado el peligro!”, exclamaba, mientras usaba su tabla táctica como altavoz. Siempre su cigarro en la boca, un hábito que arrastraba desde que jugaba en el América, o antes.
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La tercia enorme
Mario Ayala llegó al Club León en 1969, como defensa. Eventualmente ocupó el puesto de Salvador Chavicos Enríquez en el medio campo, donde hizo una línea media de fantasía junto a Manuel Guillén y Rafael Chepe Chávez. Compañero también de otro legendario, Héctor Cuirio Santoyo.
En sus apuntes, el cronista de futbol e investigador de la historia esmeralda Ricardo Jasso Vivero recuerda que, como futbolista activo, el Capi Ayala ganó con León dos veces la Copa México (1970-71 y 1971-72) y en dos ocasiones el trofeo de Campeón de Campeones (1971 y 1972). Ademas, subcampeón de Liga dos veces: 1972-73 y 1974-75.
Mario Ayala se destacaba por su liderazgo para ubicar a sus compañeros, pulcritud para defender sin necesidad de golpear al adversario. Capacidad para robar balones y servir como apoyo en el pase. Un contención capaz de presionar y recuperar con sentido ofensivo al frente.
Se retiró en el 78, pero siguió ligado al futbol en el Club León como auxiliar técnico, director técnico en Segunda División, y como director técnico interino del primer equipo en varias ocasiones. Una de estas, cuando el club tuvo una serie de cambios de estrategas, seis en menos de un año; le tocó reemplazar a Enrique López Zarza en abril de 2001, cuando Enrique fue cesado en un arranque del entonces presidente del club, Roberto Zermeño. El Capi salvó al club del descenso en aquella ocasión.
Mario Ayala Valentín dejó de existir este domingo 22 de octubre poco después del mediodía. Es velado en Gayosso de Francisco Villa y este lunes se hará una misa de cuerpo presente a partir de las 18:00 horas en el mismo lugar.
cv